Los datos de inicio de construcción y peticiones semanales de desempleo en Estados Unidos conocidos el jueves estiraron la corrección bajista del dólar en todos los frentes.
En especial, el retroceso de la moneda norteamericana se hace más visible ante el petróleo, que llega a sus máximos desde mediados de diciembre pasado, y que prepara un rally cuyo objetivo se encuentra en la zona de 65,60 dólares por barril.
Esto demuestra, una vez más, que la baja del petróleo no obedeció, al menos en una parte importante, a una sobre oferta del mismo, como se esgrimió como argumento desde que a mediados de 2014 inició una pérdida de valor desde cerca de los 110 dólares, sino simplemente a un alza del dólar, motivado fundamentalmente en el futuro alza de tipos de interés por parte de la Fed, y la finalización del plan de estímulo a la economía.
¿Será que ahora se consume más energía en el mundo que hace un mes? ¿O mucho más que en el frío invierno boreal? No lo creemos. Y más cuando el dólar no creció solo ante el petróleo, sino ante todas las divisas duras al mismo tiempo y en igual medida.
Lo cierto es que un alza más considerable del petróleo comenzará a impactar, lentamente por ahora, en los índices de precios. Y en momentos de tasas nulas en la mayoría de los bancos centrales, más de un funcionario comenzará a preguntarse si la política relativamente fácil de emitir dinero para financiar bancos -y no pymes, por ejemplo-, y que ese dinero haya ido directo a las acciones, ha sido realmente buena.
Por lo pronto, el euro se aleja de sus mínimos de 12 años, los mismos que amenazó con quebrar en 1,0460 días atrás, y se encamina a la zona de 1,10. Una apertura semanal, y mucho más aún en gráficos de largo plazo, por encima de 1,12, hará replantear el escenario casi apocalíptico que recae sobre el euro desde varios meses a la fecha.
El resto de las divisas sigue punto a punto el comportamiento del dólar. Con el euro como insignia, la libra esterlina, el yen en menor medida, y el dólar australiano, ganan posiciones con fuerza en estas horas. Lo mismo sucede con el dólar canadiense, que salió de un rango muy lateral que presentaba desde fines de enero pasado, favorecido por este alza del petróleo.
Los datos del viernes incluyen una gran cantidad de informes de Canadá, cuales son las ventas minoristas y el índice de precios al consumidor, a las 8:30 del este. También la cifra de inflación minorista se conocerá en Estados Unidos, a la misma hora, siendo este el el dato más importante del día, y que puede confirmar una corrección bajista del dólar mucho más fuerte que la que vimos en las últimas 48 horas: si no hay inflación, la Fed no tendrá encima la presión de los mercados por aumentar la tasa de interés; al menos por un mes.