España estrenó 2016 habiéndose comportado mejor que otras economías de la región, con una expansión de su economía del 3,2%, lo que supone más que duplicar su crecimiento de 2014. Los buenos datos se debieron a una demanda doméstica robusta, sobre todo gracias a los fuertes niveles de consumo privado derivados de un mayor poder adquisitivo y a una mejora en las condiciones del mercado laboral, apunta FocusEconomics en su último informe europeo. Los últimos datos, además, nos sugieren que el momentum positivo continúa. En febrero, las ventas minoristas se expandieron a su mayor nivel en varios años y el PMI mejoró.
En el frente político, sin embargo, seguimos inmersos en el bloqueo. En marzo, el Parlamento no aprobó la investidura del candidato socialista, Pedro Sánchez, como presidente del Gobierno, motivo que ha llevado a éste a intentar pactar con Podemos y cerrar una coalición. De no conseguirlo antes de la primera semana de mayo, España se vería obligada a realizar unas nuevas elecciones (26 de junio).
Las perspectivas económicas son positivas, aunque la incertidumbre política prolongada podría terminar por afectar al crecimiento. El Panel de FocusEconomics espera que el crecimiento continúe este año, con un crecimiento del 2,7% en la economía para 2016, lo que no supone variación con respecto a la previsión del mes anterior. Para 2017, el crecimiento se situaría en un más moderado 2,3%.
Los precios al consumo armonizados bajaron un 1% en términos anuales en marzo, justo en línea con el resultado de febrero. Los expertos esperan una caída del 0,2% en 2016 y un incremento del 1,3% en 2017.
Estos expertos mantienen las previsiones de crecimiento sobre España y también Francia, mientras que han reducido las previsiones de 9 países, entre los que incluyen economías de peso en la región como Alemania o Italia.
