- Una semana agitada por delante, con el informe de empleo del viernes
- El índice S&P 500 se mantiene en el área de los 1.980 puntos
- El Russell 2000, entre los índices más débiles
Aunque las acciones de EE.UU. cerraron a la baja la semana pasada, el importante rebote de sobreventa que pudimos ver el viernes mantuvo a los índices de gran capitalización a salvo de caer en un precipicio, a pesar de las fuertes ventas del jueves pasado.
La tercera estimación de crecimiento del PIB de Estados Unidos en el segundo trimestre se situó en el 4,6% en tasa anual, mejor que la previsión anterior y justo en línea con lo que esperaba el consenso de los analistas. Esto ayudó a que las acciones avanzaran hacia el fin de semana.
De cara a la semana que tenemos por adelante, de acuerdo al calendario económico, estará cargada de datos económicos. Mañana martes contaremos con las cifras del PMI de Chicago, seguidas por el índice PMI manufacturero así como por el índice ISM manufacturero que conoceremos el miércoles.
Para terminar la semana, el viernes se dará a conocer el informe de empleo de EE.UU. de septiembre. Si los inversores quieren llevar a las acciones a la baja, basados en datos sobre un crecimiento marginalmente más lento, esta semana podría ser el momento.
Hoy nos acercamos también al final de este trimestre. Nos quedan tan sólo dos días de negociación para cerrar el tercer trimestre, lo que podría conducir a un trimestre alcista para los gestores de fondos de inversión.
Esto es algo que simplemente deberíamos tener en cuenta mientras caminamos por este periodo agitado de otoño.
Si observamos el gráfico de esta semana del índice S&P 500 podemos observar que, aunque los medios financieros han hecho un circo con la venta del jueves, en las últimas cinco semanas el S&P 500 se ha movido muy poco.
De hecho, cortesía del rebote de sobreventa del viernes, el índice volvió a mantener la zona de 1.980 puntos, sobre la resistencia previa. Desde esta perspectiva, los alcistas podrían comprar aún las caídas y vender en repuntes.
Esperamos ver un rally importante de cara a final de año. Sin embargo, parece que se producirá desde niveles más bajos que los que vimos la semana pasada.
Las acciones de compañías de pequeña capitalización, como las que representa el índice Russell 2000, permanecen entre los títulos más débiles entre los principales índices y la semana pasada volvieron a cerrar en un soporte horizontal de debilitamiento que trae desde hace 12 meses.
La formación de un doble techo desde el primer y el segundo trimestre de este año parece que ha llevado a un nuevo máximo en el tercer trimestre, lo que está haciendo mella en el soporte horizontal.
Creemos que una ruptura por debajo de esta zona en niveles de 1.100 puntos podría conducir a un retroceso mayor, hacia niveles de 1.000-1.050 puntos.
En lo que respecta a los sectores como tal, el jueves pasado discutíamos sobre la relativa debilidad que el sector de consumo discrecional habido motrado frente al índice S&P 500. Hoy, dibujamos un gráfico similar del sector de la energía frente al S&P 500.
Cabe destacar que el mayor peso ha sido forzado al soporte lateral que trae desde 2008. Por último, esta línea de soporte se mantiene a la espera de ruptura en, al menos, un par de semanas.
En ese punto, será hora de buscar patrones fuertes de inversión alcistas entre las acciones energéticas.