La pesadilla del chocolate... ¿Quién se lo ha comido todo? La demanda de chocolate aumenta en todo el mundo, al empezar a preferirse en Occidente el chocolate negro y al aumentar el gusto por el dulce en Asia, con el incremento de la clase media gracias al crecimiento económico.
Sigue aumentando el gusto por el chocolate entre los consumidores chinos, pero el consumo per capita anual sigue siendo solo del 5% del consumido en Europa Occidental, un claro indicativo de que la demanda seguirá subiendo en los próximos años.
La creciente popularidad del chocolate negro entre los consumidores tradicionales en EE.UU. también ha contribuido a provocar un aumento de la demanda. El chocolate negro tiene una concentración de cacao de hasta el 70% en comparación con el escaso 10% de media del chocolate con leche.
El aumento de la demanda exige un aumento de la producción, particularmente de las principales regiones productoras del África Occidental, donde Costa de Marfil y Ghana suponen el 70% de la producción global.
Puede que este año se supere la producción récord del año pasado en Costa de Marfil, pero a pesar de estas perspectivas potencialmente bajistas, los futuros del cacao siguen cotizando cerca de su media de los últimos cinco años.
En otras palabras, no hace falta mucho para cambiar las cosas, como quedó patente con la repentina subida del cacao ante la preocupación por el virus del ébola a principios de año.
Para cubrir el aumento de demanda y detener el creciente desequilibrio entre oferta y demanda, los productores de cacao tienen que contar con condiciones de cosecha casi perfectas año tras año.
Una inversión insuficiente en el África Occidental ha provocado el envejecimiento de los árboles que no se han remplazado lo suficientemente rápido, lo que junto con la precaria situación financiera de muchos pequeños productores dificulta que se traten los brotes de la afección de la vaina negra por la falta de fondos para realizar fumigaciones regulares.
En 2015, vemos el riesgo de que los futuros del cacao alcancen en algún momento los 5.000 dólares/tonelada. Esto supondría un nuevo récord, ya que superaría el récord anterior en 3.775 dólares/tonelada que se alcanzó en marzo de 2011, cuando la guerra civil en Costa de Marfil provocó interrupciones en el suministro.