Las bolsas europeas abren al alza impulsadas por el buen cierre de ayer en Wall Street. A falta de dos sesiones para acabar el mes, destacamos la calma con la que transcurrido un agosto, que nos tenía acostumbrados a unos mayores movimientos en los últimos años.
Ahora el mercado se volverá a apoyar en la macro y en las decisiones de los bancos centrales antes de encarar el final de año. En el horizonte el desenlace del Brexit, China, elecciones estadounidenses, el petróleo, emergentes, crecimiento en Europa…
El S&P 500 se quedó a escasos puntos de lograr un nuevo máximo histórico, gracias a los buenos datos de consumo publicados por cuarto mes consecutivo y que vuelven a poner de manifiesto la fortaleza persistente en EE.UU. Las probabilidades del consenso de los mercados a cerca de la posibilidad de una subida de tipos en la reunión de septiembre han pasado de 22% al 36% en apenas diez días. Aunque seguimos defendiendo su mantenimiento un buen dato de empleo este viernes justificaría más si cabe la subida.
Las acciones relacionadas con las materias primas fueron las que peor comportamiento tuvieron, al verse condicionadas por las caída del petróleo. Una materia prima que acumula una revalorización del 17% en agosto y superior al 70% desde los mínimos de enero.
Durante el próximo mes, los miembros de la OPEP se volverán a reunir para discutir la posibilidad de congelar la producción. La revalorización de las últimas semanas viene apoyada en gran parte por los rumores de que Irán podría sumarse a dicho acuerdo.