Subidas moderadas en estos momentos en las bolsas europeas, en una sesión que no parece estar llamada a grandes cosas, y que probablemente nos deje movimientos moderados parecidos a los que estamos viendo ahora.
Wall Street permaneció ayer cerrado por ser la festividad del Día de Acción de Gracias, y hoy tendremos media sesión, en la que tampoco sucederán grandes cosas.
De nuevo, semana muy positiva para la renta variable europea, que encadena dos semanas de subidas rotundas.
La pasada semana estuvo marcada por la muestra de fortaleza a pesar de la presencia de dos factores con claro potencial bajista: los atentados de París, y el incremento de las posibilidades de que la Fed suba tipos en diciembre (tras la lectura de las actas). En la actual, hemos tenido también dos cuestiones principales que han llamado la atención de los inversores.
De un lado, una nueva muestra de que las amenazas geopolíticas tienen un impacto negativo muy efímero en las bolsas. El incremento de la alarma antiterrorista, fruto de las distintas operaciones realizadas en capitales europeas y americanas, unido al derribo del caza ruso por parte de Turquía, ha desencadenado ventas muy aisladas y reversibles.
Por otro lado, el catalizador más alcista esta semana lo hemos tenido en las expectativas que se están generando en torno a la reunión del Banco Central Europeo (BCE) de la próxima semana.
Las distintas filtraciones y comentarios que se han venido realizando, parecen apuntar a que la Autoridad Monetaria prácticamente habría tomado ya la decisión de revisar el QE, ampliando el tamaño mensual de las compras y la duración de las mismas.
Las dudas se ciñen en dos cuestiones: los detalles sobre la nueva composición de las compras, en función de los nuevos activos que serían adquiridos, y el momento concreto del anuncio de estas nuevas medidas.
El hecho de que el euro se acerque a los mínimos anuales y que el precio de los bonos soberanos esté en máximos, certifica que los mercados ya descuentan claramente un próximo anuncio en este sentido. Las acciones también incorporan en gran medida ya esta posibilidad en sus precios.
Pero el peligro de decepción en este contexto es también palpable. Si la semana que viene, Mario Draghi no anuncia nuevas medidas, o estas no son demasiado significativas, o no manda un mensaje claro de que las medidas serán anunciadas a comienzos del próximo ejercicio, los mercados tendrán que readaptar sus precios a una lectura diferente que la que ahora hacen.
A nivel técnico, también ha sido una muy buena semana. El Dax, índice más influyente de Europa, ha completado un pullback hacia los 11.000 puntos, en los que han entrado nuevas compras para gestar el tercer impulso alcista consecutivo desde finales de septiembre, con más proyección si el BCE no decepciona.
Al Ibex, cuya diferencia con el índice alemán se sitúa en máximos históricos (1.000 puntos), le ha surgido un nuevo factor negativo con Abengoa (MC:ABGek): no tanto por el desplome del valor (con un peso poco significativo en el índice), si no por el arrastre a Santander (MC:SAN), que sí que le ha restado puntos efectivos.
En Wall Street, la extraña semana de tres días y medio que hemos tenido ha sido menos positiva.
En Asia, cabe destacar el desplome de la Bolsa de Shanghái, en su peor jornada en varios meses, tras perder un 5,5%. De nuevo, los problemas regulatorios en torno a los brókers han causado grandes ventas, al limitarse de nuevo las compras apalancadas e iniciarse investigaciones por malas praxis.
Tampoco ha gustado la fuerte caída de los beneficios empresariales del sector industrial. La buena noticia está en que las Bolsas occidentales, cada vez más despegadas de la Bolsa de Shanghái, no se están contagiando de estas duras caídas.
En Japón, el Nikkei ha perdido tres décimas, ante nuevas informaciones que apuntan a un nuevo paquete fiscal expansivo por parte del Gobierno.
En datos macro tenemos malas lecturas en el índice GFK de Reino Unido.
Otras referencias menores, como los precios de importación de Alemania, los gastos del consumidor de Francia o la confianza empresarial de Italia han quedado por debajo de lo esperado. La Confianza del Consumidor de la eurozona sí que ha salido positiva, mientras que el IPC de España de noviembre queda en el -0,3% interanual.
No tendremos referencias macro en EE.UU. El EUR/USD sigue peleándose con el soporte de 1,06, perdiendo esta semana otra media figura.
El petróleo, que durante la semana ha llegado a ganar 2 dólares por barril, cae desde comienzos del día de ayer, alejándose mucho de sus máximos semanales.