Hoy me ha preguntado el primo de mi vecino (no va con segunda intención...) si para hacer trading también era necesario cuidarse a uno mismo.
Creo que me lo dice porque, al ser el dueño de mi propio negocio y tener los objetivos previstos en mi plan de trading una semana antes de finalizar el mes, decidí desconectar unos días y cuidarme recorriendo y disfrutando de muchos rincones del vecino país luso, cuidándome un poco para a la vez después poder cuidar mejor mi trading...
Como llevaba unos meses con una muy buena racha en la operativa y ya que ocuparse al negocio del trading es algo que hay que hacer con dedicación y reponsabilidad, algo en lo que insisto continuamente, tanto en lo que escribo como a la gente a la que imparto cursos de formación: en que esto no es un juego, es algo serio, es un negocio y hay que adquirir los conocimientos precisos, formarse lo suficiente para tener la aptitud precisa y conseguir domarse para lograr la actitud,motivación y voluntad necesaria.
A menudo, en la vida y en el trading, centramos toda nuestra atención en la realización de un determinado proceso, nos entregamos a su desarrollo en cuerpo, mente y alma, forzando nuestra máquina al máximo, sin darnos cuenta de que en el devenir por nuestro acontecer diario y por los mercados, somos nosotros los únicos pilotos de nuestro proyecto, nuestros empleados y nuestros jefes y, si quemamos el motor, si nos recalentamos sin pararnos a descansar o a ponernos a punto, nadie nos va a sustituir en nuestro puesto de trabajo, nadie va a vivir o a operar por nosotros.
También puede sonar y resultar tópico, y más en mí, que siempre he pecado de dejar un poco a un lado el deporte y el ejercicio físico, pero es totalmente cierto que para vivir y tradear más eficaz y felizmente, es necesario tener tanto la mente como el cuerpo en perfecto estado, obligarnos a cuidar nuestras dos armas con las que hemos de enfrentarnos a la vida y a los mercados.
Igual que nos ocupamos de formarnos adecuadamente (que es algo necesario y lógico), de adquirir o instalar los mejores programas o sistemas informáticos, a tenerlos siempre a punto y actualizados, de buscar un bróker fiable y económico hemos también de obligarnos a estar nosotros física y espiritualmente listos para la labor diaria. De no ser así, y aunque no nos demos cuenta de ello, puede llegar un día en que nuestro motor, nuestra cabeza o nuestras articulaciones, se nieguen a seguir pensando y avanzando del modo que deben, y ello acabe influyendo negativamente en nuestra operativa, que se va a ver afectada si no estamos entregados a ella al 100%.
E insisto en que yo soy el primero en descuidarme, y en caer en las redes de sufrir la retahíla de riesgos laborales que todo trader está expuesto a padecer y sufrir si no lo remedia antes: contracturas, dolores musculares por el excesivo tiempo sentado, y moviendo la cabeza de una pantalla a otra, enrojecimiento ocular, cefaleas, tensiones... Parece que estoy leyendo el catálogo de efectos secundarios del ejercicio del trading, pero en realidad, estoy aludiendo sólo a aquellos de carácter físico, a los que se producen en el normal desarrollo de la operativa, no a los emocionales que pueden venir después, reflejados en forma de euforia o culpabilidad según el resultado de la sesión. Esos se suponen que forman parte de nuestro propio plan de trading y que ya hemos de saber aceptar las pérdidas como parte del proceso y las ganancias sin que afecten a nuestro ego.
Pero sí podemos controlar el tratar de ejercer nuestra profesión del modo más "sano" posible: levantándonos de vez en cuando de la silla y dando un pequeño paseo (aunque miremos muy fijamente al precio y le vigilemos, éste hará lo que quiera, estemos nosotros delante de la pantalla o no...), apartar los ojos de vez en cuando de un campo tan reducido y extender la vista, estirar las articulaciones, hidratarse y parar para beber un poco de agua, tener una buena postura frente al ordenador, fijarse un horario...
Como yo soy el primero que ha desobedecido todos estos principios y que no hacía mucho caso a otros traders ya consolidados que hablaban de la importancia del ejercicio físico, comer y descansar bien, cuidarse, meditar, pasear... en el desarrollo del trading, éste me castigó hace unos das premiándome con una soberana y muy dolorosa contractura muscular en la espalda, de la que tardé muchos días en recuperarme.
Es otro humilde consejo experimentado en carne propia (y nunca mejor dicho, esta vez) y que de nuevo muestra la complejidad y grandeza del ejercicio del trading, y la de factores que hay que dominar, aplicar y comprender para que todo transcurra por buen camino...y sin sobresaltos en la cuenta y en nuestro físico.Es una de las ventajas de dedicarse a hacer trading, de ser un trader: fijar y decidir nuestro propio calendario laboral. Una vez que hayamos aprendido, no olvidemos que somos dueños de nuestro negocio, podemos decidir cuándo darnos de baja y tomarnos unas vacaciones, hacer una pausa para volver con más energía, lo cual a veces es vital porque no hay nadie que nos vaya a sustituir. Como ya he contado en muchas ocasiones, conviene hacer una pausa a veces, afilar nuestro hacha y descansar, para afinar luego nuestra puntería y nuestras entradas en el mercado.
Puede sonar a tópico, pero es tan necesario no hacer excesos ni sobreoperando, ni apalancándose ni cometiendo los errores que intento explicar a la gente que últimamente doy formación y en los que es tan fácil caer, y es también necesario no cometer esos errores con nuestro propio cuerpo, fijándonos un horario, paseando más, haciendo pausas mientras operamos... Todo eso debe formar parte de nuestro plan.
El trading es así: te avisa de tus errores en forma de sonoras pérdidas o de dolorosos achaques... Y obligarse a hacer eso un día, al día siguiente, el resto de jornadas.