Un complejo panorama asoma en los mercados financieros globales, ante la continuación en la caída de la Bolsa de China, que acumula casi un 10% de baja en dos días, su peor performance desde 2007. De acuerdo a especialistas en la materia, la caída podría extenderse un 15% más en pocos días, en un movimiento que ven paralelo al que derrumbó a la Bolsa de Nueva York en 1929.
El bajo crecimiento de la economía de China, anunciado el lunes, más una montaña de dinero volcado a las acciones en los últimos años, se transformaron en una bomba de tiempo cuya explosión no tardó en producirse. Las crisis tardan horas en estallar, pero años en salir de ellas.
Por el momento, y siendo que la Bolsa de China había sido la única que tuvo una ganancia superior al 150% en un año y medio, los efectos sobre las bolsas de los países centrales ha sido moderado. Sin embargo, ya el lunes los índices de Nueva York cayeron, y lo propio sucede con los índices europeos en la sesión del martes.
En cuanto a las divisas, la novedad puede tener efecto prolongado e inesperado: la crisis china impacta de lleno con la proyección de la Reserva Federal de aumentar los tipos de interés durante este año. Con el dólar volcado totalmente al alza ante la especulación de un movimiento de este tipo, lo cual desde ya no es motivo de gracia para la Fed, la baja de las materias primas y una probable crisis económica en el gigante asiático podría postergar decisiones. La reunión de política monetaria que finaliza el miércoles no traerá novedades, pero sí podría dejar la puerta abierta para movimientos en tipos de interés en la reunión de septiembre.
El comunicado oficial probablemente no aluda al problema de China ni de las materias primas. Pero la preocupación se verá reflejada en las Minutas del encuentro, que se conocerán en dos semanas.
En este contexto, el dólar podría retroceder ante las monedas principales en las próximas horas. El euro logró el lunes superar 1,11, aunque sin poder mantenerse en dicho nivel, ahora trata de no perder la cota de 1,10, primer soporte del día. Desde allí podría iniciar un nuevo ciclo alcista de corto plazo, que tendrá en su caso resistencias en 1,1030, 1,1065 y 1,11. Los soportes a seguir para la moneda única son, debajo de 1,10, 1,0955 y 1,0930.
La libra esterlina, por su parte, llegó a un máximo de varios días a primera hora, ante la publicación del PBI de Reino Unido preliminar (primera medición de tres), que arrojó un 0,7% de crecimiento, y revisó al alza el período anterior. Los datos macro de Reino Unido, sin brillar, han ido mejorando sustancialmente en los últimos meses, lo cual alienta un aumento de tipos de interés, sin cambios desde marzo de 2009, para antes de fin de 2015.
El yen, en tanto, se mueve en rangos de precios estrechos en estas horas, aunque el proceso de devaluación que sufrió desde inicio de 2013 parece estar llegando a su fin. Lo más probable, antes de que el dólar inicie un nuevo ataque en todos los frentes, es que el yen gane posiciones a la zona de 120 unidades.
De todas formas, esperamos para la fecha una sesión americana de movimientos muy medidos y cautelosos. Con el comunicado de la Fed a 24 horas, y una crisis china cuyo desenlace no aparece claro ni cercano, la búsqueda de riesgo se reduce sustancialmente.
El índice de confianza del consumidor del Conference Board, que se publicará a las 10:00 del este, es el dato más importante de la jornada.