Rotterdam, 14 abr (EFE).- La embajada argentina en Holanda organizó hoy en Rotterdam la sexta edición del Día Mundial del Malbec, un tipo de uva que crece entre los Andes y la Patagonia y cuyos vinos compiten en el mercado europeo con los caldos franceses, italianos, chilenos y españoles.
El Día Mundial del Malbec, celebrado en un restaurante de Rotterdam, sirvió para poner en contacto a posibles importadores holandeses con exportadores.
Durante su celebración el enólogo holandés Fransbert Schermer dio una pequeña conferencia en la que explicó los diferentes tipos de caldos que se producen con la uva Malbec.
También se hizo una demostración de tango, en la que una pareja de bailarines enseñaron sus habilidades con esta danza típica del país.
En los últimos años Argentina, que celebra este año el bicentenario de su independencia, ha promocionado Malbec como la cepa insignia del país.
"Es cierto que este tipo de uva es originaria de Francia, pero su cultivo lleva más de 150 años en Argentina y ha adquirido ya una dimensión propia", explicó a Efe Horacio Salvador, embajador de Argentina en Holanda.
Las cepas de Malbec dan como resultado decenas de etiquetas de tinto y se cultivan en diferentes partes del país, aunque más de un 85% de sus uvas crecen en la provincia de Mendoza.
"Tenemos unas características de producción únicas, con aguas puras y un clima que evita el desarrollo de enfermedades en la uva", señaló Salvador.
La mayor parte de los vinos Malbec son consumidos en Argentina, aunque en los últimos 20 años la exportación de este tipo de uva ha crecido.
"Antes nos lo tomábamos todo nosotros", bromeó Salvador, aunque añadió que el vino Malbec que se tomaba antes en su país era "diferente, con un sabor más fuerte".
Las exportaciones a Estados Unidos ocupan el 45 % de sus ventas en el exterior, pero en los últimos años se ha expandido por el mercado europeo, especialmente por Reino Unido y Holanda.
"Estados Unidos es nuestro principal cliente, pero en Europa hay una mayor sensibilidad respecto a los vinos, se venden mejor los de una gama superior", puntualizó Salvador, que lamentó que no exista un área de libre comercio entre Argentina y Europa ya que, a su juicio, esta "facilitaría las cosas".
Respecto a Holanda, Salvador dijo que "es un país muy abierto a nuestros vinos".
"Les gusta mucho el tinto y viajan con frecuencia, hacen turismo en Argentina y tienen la posibilidad de conocer nuestros productos", dijo.
También indicó el hecho de que Holanda, a diferencia de Francia Italia o España, no tienen "la atadura cultural de ser un país productor".
Pablo Piñeiro, ministro de la embajada argentina, dijo que a su juicio "el consumidor holandés es curioso, le gusta probar cosas nuevas.
Todos los vinos compiten y el mercado es muy exigente. Cada vez se consiguen mejores productos a mejores precios, pero nosotros no solo competimos con países del nuevo mundo (americanos), sino también con los europeos", afirmó.
"Malbec también puede tener un precio accesible, en supermercados algunas de sus etiquetas se puede conseguir a entre 5 y 10 euros la botella", añadió.
Argentina fue en 2015 el quinto productor mundial de vino tras Italia, Francia, España y Estados Unidos, según datos de la Organización Internacional de la Viña y el Vino.
Según datos de la propia embajada, en 2015 la producción total de uva en Argentina fue de 24.155.712 quintales (un quintal son 100 kilos), de los cuales se asignaron 23.381.869 para la elaboración de vinos.
De la variedad de Malbec, 3.608.818 quintales fueron destinados a la elaboración del vino, lo que representa el 14,94 % de la producción total y un aumento de un 500 % respecto al año 2000.