MADRID (Reuters) - La inflación de la zona euro se redujo más de lo esperado y volvió en territorio negativo en febrero en términos interanuales, según mostró una primera estimación, aumentando la presión sobre el Banco Central Europeo para flexibilizar más aún la política monetaria la semana que viene.
La agencia de estadísticas de la UE, Eurostat, dijo el lunes que los precios al consumidor en los 19 países que comparten el euro se habían reducido en un 0,2 por ciento interanual tras un aumento del 0,3 por ciento registrado en enero.
La cifra es inferior a las previsiones y es el primer dato de inflación negativa desde septiembre, cuando fue del -0,1 por ciento. Los economistas consultados por Reuters esperaban que en febrero la inflación anual se situara en una tasa de variación nula.
La inflación subyacente, a la que el BCE presta mucha atención, también cayó más de lo esperado. La cifra, que excluye los precios volátiles de los alimentos no elaborados y la energía, se situó en el +0,8 por ciento en febrero. Los economistas habían pronosticado un +0,9 por ciento para este mes tras el +1,0 por ciento de enero.
La caída de los precios al consumidor fue impulsada principalmente por el sector de la energía, donde los precios disminuyeron un 8,0 por ciento en febrero, según estima Eurostat, mucho más que el -5,4 por ciento registrado en enero. La disminución de los precios de la energía fue la más fuerte desde octubre.