Roma, 23 oct (EFE).- La Comisión Europea (CE) ha pedido a Italia que aclare aspectos de sus presupuestos de 2015, ya que retrasa en ellos a 2017 el objetivo de equilibrio estructural presupuestario y de recorte de su deuda en relación con el producto interior bruto (PIB).
La petición de aclaración de Bruselas, contenida en una carta publicada hoy por el Ministerio de Economía y Finanzas, se produce después de que Italia presentara el 15 de octubre sus cuentas para el próximo ejercicio.
En la misiva, firmada por el vicepresidente de la CE, Jyrki Katainen, se recuerda que Italia proyecta "una desviación significativa" en la senda hacia el objetivo de equilibrio estructural presupuestario a medio plazo en 2015.
Comparado con el Programa de Estabilidad de 2014, recuerda Katainen, que el presupuesto italiano retrasa a 2017 la consecución de esos objetivos "y ralentiza la reducción del ratio entre el déficit y el producto interior bruto (PIB) en los próximos años".
En la carta se constata que los cambios apuntados en relación con el equilibrio estructural de las cuentas italianas no son suficientes para cumplir con el requisito de deuda transitorio, ya que este, recuerda Bruselas, es incluso más estricto que la senda de ajuste a los objetivos de medio plazo.
Por eso, la CE, en base a la legislación comunitaria vigente, solicita conocer las razones por las que Italia "planea no cumplir con el Pacto de Estabilidad y Crecimiento en 2015" y el modo en el que prevé el cumplimiento de sus compromisos en materia presupuestaria en relación a ese año.
La Comisión espera continuar "un diálogo constructivo" con Italia en el proceso de aprobación de estos presupuestos y para ello solicita una respuesta del ministerio de Economía antes de mañana para tener en cuenta el punto de vista italiano en futuras fases.
El ministerio, por su parte, ya ha anunciado que responderá mañana a las solicitudes y sugerencias de Bruselas.
La semana pasada Renzi anunció unos presupuestos que contienen una drástica reducción de los impuestos de 18.000 millones de euros para 2015, una medida con la que pretende animar el consumo interno del país, en recesión.
Los países de la zona del euro están obligados a presentar sus presupuestos a la Comisión, a excepción de Grecia y Chipre que permanecen intervenidos.