Tokio, 28 oct (EFE).- El Banco de Japón (BoJ) decidió hoy viernes mantener su política monetaria, guardando distancias con sus homólogos globales pese a la aceleración de la inflación, derivada del aumento en los costes de la energía y materias primas, y pese a la continuada depreciación del yen.
Al término de la reunión mensual de dos días de su comité sobre política monetaria, el banco central japonés optó por mantener los tipos de interés de referencia a corto plazo en el -0,1 %, así como su cuantioso programa de compra de fondos cotizados para mantener la curva de rendimiento del bono estatal a 10 años en torno al 0 %.
La decisión de la entidad crediticia japonesa se produce una semana antes de que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) lleve a cabo su reunión monetaria en la que algunos analistas señalan que podría abandonar su senda de mayor endurecimiento monetario tras la publicación de los últimos datos sobre la confianza del consumidor en la primera economía mundial.
La Fed optó en marzo por empezar a subir los tipos y retirar los estímulos adoptados para apuntalar la economía en el contexto de la pandemia de covid-19 y ha estado optando por una mayor agresividad para intentar atajar la subida de precios en el país, que se han disparado a niveles no vistos en cuatro décadas.
Este distanciamiento ha causado una fuerte depreciación del yen este año, especialmente con el dólar, con el que se ha movido en niveles no vistos en más de tres décadas, lo que ha llevado a las autoridades japonesas a intervenir la divisa en múltiples ocasiones desde septiembre para intentar sostener el valor de la moneda.
En este contexto, el BoJ revisó este viernes al alza su previsión sobre la inflación para el ejercicio de 2022, hasta situarla en el 2,9 %, debido principalmente "al incremento de los costes de la energía, la alimentación y los bienes duraderos".
El banco central japonés revisó seis décimas al alza su estimación de la subida del índice de precios de consumo (IPC), así como cuatro décimas a la baja, hasta el 2 %, su estimación de crecimiento económico para el ejercicio que concluirá el 31 de marzo de 2023, en su nuevo informe trimestral de previsiones económicas, publicado al término hoy de su reunión mensual sobre política monetaria.
"Continúan las incertidumbres para la economía japonesa, incluyendo: la actividad económica y precios en el extranjero, el desarrollo de la situación en Ucrania y el impacto de la covid-19 en el país y el extranjero", señaló el BoJ.