Investing.com - Los futuros sobre cobre retrocedieron este martes pues los datos del sector manufacturero chino, menos alentadores de lo previsto, contribuyeron a las preocupaciones suscitadas en torno al estado de la segunda economía del mundo.
En lo relativo a la división Comex del New York Mercantile Exchange, el cobre para entrega en diciembre se negoció a 3,044 USD por libra, durante la mañana de la jornada de negociación en Europa, dejándose 1,2 centavos con respecto a los 3,056 USD en que se negociara este lunes.
Era posible que los futuros encontraran un soporte en 3,012 USD por libra, su mínimo del 29 de septiembre, y una resistencia en 3,067 USD por libra, su máximo de la misma jornada.
La lectura definitiva de septiembre del índice de gestores de compras que elabora el HSBC fue de 50,2 puntos, por debajo de la lectura preliminar de 50,5 y retrocediendo con respecto a la lectura de agosto, de 50,3 puntos.
Los inversores en cobre consideran las variaciones en el índice del HSBC como un indicador de la demanda de cobre de China, pues el metal industrial se utiliza mucho en este sector.
La lectura oficial del PMI correspondiente a septiembre se conocerá este miércoles; los analistas del mercado prevén una lectura de 51,0 puntos frente a la de 51,1 registrada en agosto.
El Gigante Asiático es el mayor consumidor de cobre del mundo y concentra casi el 40% del consumo mundial.
El metal industrial retrocedió un 4,4% durante el tercer trimestre ante los indicios de que la economía de China está perdiendo fuelle y debido también a que el robusto dólar lastraba el interés por las materias primas denominadas en dólares.
En otros ámbitos del Comex, el oro para entrega en diciembre se dejó un 0,15% o 1,80 USD hasta los 1.217,00 USD por onza troy, mientras que la plata para entrega asimismo en diciembre se dejó un 0,54% o 9,4 centavos para negociarse a 17,47 USD por onza troy.
Las crecientes expectativas de que se produzca una subida de los tipos de interés de Estados Unidos antes de lo previsto y la fortaleza del dólar seguían lastrando la confianza en los metales preciosos.
Almacenar oro y plata cuesta dinero y los metales preciosos lo tienen difícil a la hora de competir con otros activos rentables cuando suben los tipos de interés.