Investing.com - Los futuros sobre el petróleo del West Texas Intermediate se mantuvieron este jueves cerca de los máximos de cinco meses registrados durante la sesión anterior, pues se iban calmando las preocupaciones suscitadas en torno a la superabundancia de reservas tras el primer descenso de suministro de petróleo de EE.UU. registrado desde enero.
En el New York Mercantile Exchange, el petróleo para entrega en junio se situó en 60,80 USD por barril durante la mañana de la jornada de negociación en Europa, con un retroceso del 0,22% o 14 centavos.
Los precios del petróleo del Nymex se dispararon la jornada anterior hasta 62,58 USD, su cota más alta desde el 10 de diciembre, para después cerrar con un avance del 0,88% o 53 centavos y un precio de liquidación de 60,93 USD.
La Administración de Información Energética de Estados Unidos anunció este miércoles que las reservas de petróleo de la nación disminuyeron en 3,9 millones de barriles durante la semana pasada, hasta un total de 487,0 millones, a pesar de las expectativas que apuntaban a un aumento de 1,5 millones de barriles hasta 492,4 millones.
Las reservas de Cushing, Oklahoma, punto de entrega clave de petróleo del Nymex, disminuyeron por segunda semana consecutiva, descendiendo en 12.000 barriles hasta un total de 61,7 millones.
Los futuros de petróleo de Estados Unidos han subido casi un 40% desde que registrara mínimos el pasado 18 de marzo, ante las crecientes expectativas de que la producción de petróleo de esquisto de la nación ha alcanzado su punto máximo y puede que comience a caer en los próximos meses ante el colapso de las perforaciones de petróleo.
El grupo de investigación industrial Baker Hughes (NYSE:BHI) anunció que el número de perforaciones de petróleo de Estados Unidos descendió en 24 la semana pasada hasta un total de 679, su cota más baja desde octubre de 2010. Ésta constituye la vigésima semana consecutiva de descenso.
Los actores del mercado han estado muy pendientes del recuento de equipos de perforación durante los últimos meses para conocer más indicios sobre si se reducirá en algún momento el exceso de petróleo que entra en el mercado.
Por otra parte, en el ICE Futures Exchange de Londres, el petróleo Brent para entrega en junio se negoció a 67,82 USD por barril, avanzando un 0,07% o 5 centavos.
Los precios del Brent que se negocian en Londres se situaron el miércoles en 69,63 USD, su cota más alta desde el 5 de diciembre, para después cerrar la jornada en 67,77 USD, con un avance del 0,37% o 25 centavos.
Los precios del Brent se vieron respaldados por las preocupaciones en torno a una posible interrupción del suministro de Libia y después de que Arabia Saudí subiera los precios del petróleo a los compradores asiáticos esta semana.
El diferencial entre los contratos de Brent y crudo del WTI se situó en 7,02 USD por barril, frente a los 6,84 USD registrados el miércoles.
Mientras, el índice dólar, que sigue la evolución de esta moneda con respecto a una cesta de otras seis divisas principales, se situó en 94,20, no muy apartado de los mínimos de dos meses registrados el miércoles en 93,96.
El billete verse seguía sometido a una gran presión después de que la empresa ADP anunciara que el empleo no agrícola del sector privado de Estados Unidos aumentó el mes pasado en 169.000, a pesar de las expectativas que apuntaban a un aumento de 200.000.
Estos poco alentadores datos alimentaron los temores de que el informe sobre empleo que publica el Gobierno este viernes tampoco cumpla con las expectativas. Todo apuntaba a que el informe indicaría la creación de 224.000 empleos en abril, tras la subida de marzo, que ascendió sólo en 126.000.
Todo apuntaba a que un informe positivo sobre el empleo no agrícola de Estados Unidos alimentaría los rumores referentes a cuándo empezará la Reserva Federal a subir los tipos de interés, mientras que unas cifras más discretas podrían impulsar el oro, al no reforzar las expectativas de que se produzca pronto una subida de los tipos.
Los últimos informes económicos han indicado que la economía se ha ralentizado desde principios de este año, lo que ha hecho disminuir las expectativas de los inversores en torno a la subida de los tipos de interés de la Fed.