Por Robert Hetz
MADRID (Reuters) - Tras varias semanas de fuerte castigo en bolsa y crecientes tensiones en el consejo acerca de la gestión de la entidad, Banco Popular (MC:POP) echó el freno de emergencia el jueves y anunció el relevo de su actual presidente.
En una reunión extraordinaria del consejo de administración celebrada este jueves a tal efecto, Popular nombró nuevo presidente ejecutivo del grupo a Emilio Saracho, hasta ahora uno de los vicepresidentes del banco estadounidense JP Morgan (NYSE:JPM), en sustitución de Ángel Ron tras una década en el cargo.
Sin embargo el relevo no se hará efectivo hasta que los accionistas de Popular lo aprueben en una junta que no se celebrará hasta el año que viene, dijo la entidad en un comunicado a última hora de la tarde.
"El citado nombramiento será sometido a la aprobación de una junta de accionistas que se celebrará en el primer trimestre de 2017, fecha a partir de la cual don Ángel Ron cesará en sus funciones actuales como presidente".
El relevo en el Popular -que este año ha perdido más del 66 por ciento de su valor en bolsa por las dudas acerca de su balance- llega tras varios meses de creciente presión, escenificada la semana pasada cuando el consejo tuvo que salir en apoyo de Ron y del plan de la entidad para separar sus activos inmobiliarios ante una revuelta de accionistas descontentos.
Durante el mandato de Ron, Popular, el banco español más expuesto a la crisis del ladrillo en España, se ha enfrentado a un deterioro de su balance y unas mayores exigencias regulatorias. Desde que accedió al cargo en 2006, la acción del Popular ha caído más de un 95 por ciento, muy por encima de sus competidores.
El banco, que obtuvo la nota española más baja en las últimas pruebas de estrés a la banca europea, cerró en junio una ampliación de capital de 2.500 millones de euros para limpiar su balance y anunció provisiones de 4.700 millones, al tiempo que ponía en marcha una reducción de plantilla de casi 2.600 empleados e iniciaba el proceso para sacar de su balance 6.000 millones de euros en activos inmobiliarios tóxicos.
El sostenido debilitamiento del banco en la bolsa había atraído este año a numerosos fondos especulativos que aceleraban con sus posiciones vendedoras la trayectoria bajista y forzaron la intervención del supervisor bursátil, que está investigando estas transacciones, según medios.
Desde la ciudad suiza de Lucerna, el ministro de Economía Luis de Guindos salió en defensa del banco.
"Ni desde el punto de vista del Gobierno, ni desde el de los supervisores existe la más mínima duda sobre la solvencia del Banco Popular", dijo el ministro a periodistas.
Agregó que la entidad "ha sido un banco tradicionalmente muy eficiente en España, que se ha encontrado en ocasiones con un problema de acumulación de activos, pero tiene planes para limpiar esos activos relacionados con el sector inmobiliario".
De Guindos añadió que espera que el nuevo presidente y un consejo unido trabajen en esta dirección.
TAMBORES DE FUSIÓN
El relevo en la cúpula coincide también con especulaciones en la prensa sobre una nueva ronda de consolidación en el sector bancario español.
El diario Expansión dijo el jueves, sin citar a sus fuentes, que Popular está manteniendo contactos con BBVA (MC:BBVA) y con otras entidades españolas para explorar una posible fusión que facilite la limpieza de su balance.
Ni BBVA ni Popular quisieron realizar comentarios a la información.
Analistas en Madrid dijeron que una operación corporativa podría tener sentido para la entidad, que espera cerrar este año con pérdidas de 2.000 millones de euros debido al saneamiento necesario de su cartera de activos inmobiliarios tóxicos.
La caída en bolsa ha reducido la capitalización del banco a 3.500 millones de euros, lo que según Expansión, podría facilitar una operación corporativa, aunque analistas advirtieron que cualquier entidad interesada tendría que hacer frente también a los costes relacionados con el saneamiento de los activos tóxicos.
Ante este panorama, el número de pretendientes quedará muy reducido, según los expertos.
Sabadell (MC:SABE) dijo en junio que sus conversaciones con Popular concluyeron sin resultado, Bankia (MC:BKIA), participada por el Estado español, tiene prohibidas por ahora las operaciones corporativas y Caixabank (MC:CABK) está en proceso de tomar el control de la entidad financiera lusa BPI (LS:BBPI).
Con eso, solo quedarían en España los dos grandes del sector, Santander (MC:SAN) y BBVA, pero ninguna de las dos entidades se ha manifestado al respecto. BBVA vale 11 veces más en bolsa que el Popular y el Santander incluso 18 veces más.
Tras perder un 66 por ciento este año por las dudas acerca de la solidez de su balance, las acciones de Popular reaccionaron el jueves a las noticias con un alza del 13,66 por ciento, en un mercado ligeramente bajista.