MADRID (Reuters) - En una nueva jornada negra para las bolsas europeas, el Ibex-35 español se hundió un 4,88 por ciento, su mayor caída desde agosto del año pasado y uno de los cinco mayores derrumbes desde agosto de 2012, en plena crisis de la deuda soberana en Europa.
Los bancos coparon los descensos, afectados por las dudas sobre la salud del sector en Europa, mientras el coste de asegurar contra impago la deuda subordinada de gigantes financieros como el alemán Deutsche Bank (DE:DBKGn) subía con fuerza.
Los valores financieros españoles se situaban en mínimos no vistos desde el verano de 2012, cuando la crisis de la deuda soberana europea amenazó incluso con la ruptura del euro.
"El sector bancario europeo ha vuelto a tener un muy mal día, perforando el anterior mínimo del martes, y cotizando en los niveles más bajos desde 2012, año en el que los mercados llegaron a descontar que el Euro se fragmentaría", dijo Daniel Pingarrón, estratega de mercados de IG.
El selectivo español acumula una caída de casi el 19 por ciento desde el inicio del año y se sitúa en los 7.746 puntos, un nivel no visto desde el 30 de junio de 2013.
Los títulos financieros fueron los más castigados. Bankia (MC:BKIA) se dejó un 7,6 por ciento, BBVA (MC:BBVA) se dejó un 7,1 por ciento, Santander (MC:SAN) perdió un 6,8 por ciento y CaixaBank (MC:CABK) un 6,7 por ciento.
"El actual es el segundo mayor impulso bajista que han vivido las Bolsas europeas desde que hicieron mínimos en marzo de 2009, sólo superado por el que tuvo lugar entre mayo y septiembre del 2011. La actual caída supera a la que vimos este verano, entre los meses de agosto y septiembre", indicó Pingarrón en su nota a clientes.
Tampoco ayudó una nueva caída del crudo, que bajaba un 1,5 por ciento hasta los 30,4 dólares el barril pese a las llamadas de países como Venezuela a limitar la producción.
La prima de riesgo también estaba disparada y subió hasta los 160 puntos básicos, niveles no vistos desde el verano pasado.
Otros mercados europeos siguieron un movimiento similar, aunque con menor fuerza, salvó el MIB italiano que se dejó un 5,63 por ciento entre crecientes dudas sobre sus entidades financieras.
Todos los valores del selectivo acabaron en negativo y con caídas superiores al 2 por ciento.
Grandes títulos como Telefónica (MC:TEF), que reconoció que estudia sacar a bolsa su filial de infraestructuras, también se hundieron, un 5,2 por ciento.
Repsol (MC:REP) y su accionista Sacyr (MC:SCYR) también sufrieron. La petrolera se dejó un 5,4 por ciento y la constructora cedió un 3,4 por ciento, situando su capitalización por debajo de los 670 millones de euros.
Únicamente 14 valores del selectivo capitalizan más de 10.000 millones de euros y 13 menos de 5.000 millones de euros.