Lisboa, 26 nov (EFE).- La presión que ejercen los inversores sobre la deuda soberana de Portugal cayó de forma sensible durante los últimos días, coincidiendo con la resolución de la crisis política abierta en el país.
Los títulos lusos a diez años -utilizados como referencia- cotizaban hoy al 2,36 % de interés, la tasa más baja desde hace un mes, en contraste con la subida registrada a principios de noviembre, cuando llegó a rondar el 2,9 %.
Este alivio de la presión en el mercado secundario -donde se compran y venden obligaciones adquiridas en subasta pública- es explicada por los analistas por la política expansiva del Banco Central Europeo (BCE), que continúa con sus compras masivas de deuda.
En el caso portugués, se suma además la llegada de un nuevo Gobierno al poder, después de que el anterior Ejecutivo fuera derribado en el Parlamento hace poco más de dos semanas, lo que añadió incertidumbre al futuro político del país.
El líder de los socialistas lusos, António Costa, tomará posesión hoy como primer ministro y tiene como objetivo dejar atrás la austeridad que marcó la pasada legislatura.
La tranquilidad que preside los mercados también se pudo observar ayer, cuando Portugal colocó 995 millones de euros en deuda a diez años a cambio de una rentabilidad del 2,43 %, cuatro centésimas más que en la última emisión equivalente.
Estos intereses son considerados sostenibles por los expertos y contrastan con los peores momentos vividos por Portugal durante la crisis, cuando la presión de los mercados hizo que la penalización de la deuda a este mismo plazo llegase a superar el 17 %, a principios de 2012.
También la Bolsa de Lisboa muestra una tendencia al alza, ya que su principal índice, el PSI-20, subió ayer un 0,57 % -tras cuatro jornadas consecutivas en rojo- y durante las primeras horas de la sesión de hoy se revalorizaba más de un 0,9 %.