Investing.com – La libra retrocedió ligeramente con respecto al dólar este martes después de que las declaraciones de los funcionarios del Banco de Inglaterra ante la Comisión del Tesoro del Parlamento británico reiteraran la timorata postura de su informe sobre inflación publicado a principios de este mes.
El par GBP/USD se dejó un 0,24% hasta 1,5668, no muy apartado de los mínimos de 14 meses registrados la semana pasada en 1,5588.
La libra permaneció en una situación comprometida después de que el gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, anunciara que la economía del Reino Unido se enfrenta a grandes riesgos debido a las tensiones geopolíticas y a la ralentización del crecimiento global, señalando también que las condiciones económicas de la eurozona y Japón se han deteriorado durante los últimos meses.
Carney reiteró que es “más probable que improbable” que la inflación del Reino Unido se sitúe en niveles inferiores al 1% en los próximos meses. No obstante, el banco central prevé que la inflación se acercará de nuevo a su objetivo, fijado en el 2%, a medio plazo, al seguir aumentando los salarios.
El Banco de Inglaterra reiteró también que, cuando empiecen a subir los tipos, lo harán de forma paulatina y será una subida bastante limitada.
Los mercados frenaron sus expectativas de que el Banco de Inglaterra subirá los tipos de interés después de que, en su informe sobre inflación del pasado 12 de noviembre, se advirtiera de que persistirá el riesgo de inflación y que todo apunta a que el ritmo de crecimiento económico de 2015 será más lento que el de este año.
La libra apenas registró variaciones con respecto al euro, situándose el par EUR/GBP en 0,7926.
Según datos publicados este martes, queda confirmado que Alemania esquivó por poco la recesión durante el tercer trimestre, registrando un crecimiento económico del 0,1%. El gasto de los consumidores aumentó en un 0,7% mientras que las exportaciones aumentaron en un 1,9%.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos advirtió este martes de que la zona euro corre el riesgo de entrar en recesión si el crecimiento se estanca o expectativas de inflación siguen deteriorándose.
El organismo instó encarecidamente al Banco Central Europeo a implementar medidas de relajación cuantitativa para activar el crecimiento de la región.