Bruselas, 24 nov (.).- La Comisión Europea se inclina por aprobar el plan de recuperación de Hungría, que prevé el desembolso de 5.800 millones de euros hasta 2026, aunque también mantendrá su recomendación de congelar otros 7.500 millones en fondos regionales por deficiencias en el Estado de derecho.
Este es el escenario central de Bruselas, según informan a EFE varias fuentes comunitarias, pero todavía no es definitivo porque la decisión formal no se adoptará hasta el próximo miércoles en la reunión semanal del colegio de comisarios.
"Todo esto estará sujeto a una decisión del colegio que, sin duda, será para muy pronto, quizás la próxima semana", dijo preguntada al respecto la portavoz del Ejecutivo comunitario Dana Spinant, quien recordó que Bruselas ha trabajado "intensamente" con Hungría en estos dos dosieres.
Por el momento, el Ejecutivo comunitario considera insuficientes los pasos dados por Budapest con respecto a las 17 medidas que se comprometió a adoptar para resolver las deficiencias identificadas en cuestiones como a lucha contra la corrupción y la transparencia en los procesos de contratación pública.
Esto justifica mantener su recomendación de congelar un tercio de los recursos asignados a Hungría hasta 2027 dentro de la Política de Cohesión (7.500 millones). La decisión final al respecto corresponde a los ministros de Finanzas de la UE, que tienen de plazo hasta el 19 de diciembre para pronunciarse pero prevén incluir este asunto en su reunión del martes 6 de diciembre.
Pero de forma paralela, la institución que dirige la alemana Ursula von der Leyen se inclina por aprobar el plan de recuperación de Hungría, cuyas negociaciones enfrentan a Bruselas y Budapest desde hace más de un año y que prevé el desembolso 5.800 millones de euros en transferencias directas y préstamos hasta 2026.
El plan de la Comisión Europea pasaría por incluir como parte de las reformas e inversiones del plan anticrisis que irían desbloqueando cada uno de los desembolsos del plan de recuperación las medidas contra la corrupción o la transparencia en las licitaciones públicas que queden pendientes dentro del proceso de condicionalidad.
De este modo, Budapest tendría que cumplir en total 27 hitos del plan de recuperación antes de poder recibir ningún pago del mismo, entre las medidas ligadas al mecanismo de condicionalidad, aquellas destinadas a garantizar la independencia judicial en el país; y las ligadas a los sistemas de auditoría y control que se exigen en todo plan de recuperación.
Por su parte, el Parlamento Europeo volvió a considerar este jueves que las medidas negociadas entre Bruselas y Budapest "no son suficientes para abordar" los riesgos para los intereses financieros de la Unión Europea que supone la ausencia de independencia judicial en Hungría y pidió a los gobiernos de la UE que suspendan el desembolso de los fondos a este país.
La Eurocámara reclama que la congelación de fondos no se levante "hasta tener pruebas de que las medidas correctoras adoptadas por el Gobierno húngaro han tenido un efecto sostenible en la práctica y, en particular, que no se ha producido ninguna regresión".
El texto, aprobado por 416 votos a favor, 124 en contra y 33 abstenciones, supone un nuevo capítulo de la presión de la Eurocámara para aplicar mano dura por la falta de independencia judicial y permisividad con la corrupción en Hungría, país al que los eurodiputados ya han tildado de "régimen híbrido de autocracia electoral".
La decisión final sobre la potencial suspensión de fondos y el plan de recuperación húngaro corresponderán a los ministros de Finanzas, que el mismo 6 de diciembre tendrán que votar sobre dos importantes propuestas que requieren unanimidad y están vetadas por Hungría - el paquete de 18.000 millones en ayuda macrofinanciera para Ucrania y el tipo mínimo del impuesto de sociedades -, lo que en la práctica vincula políticamente todas las decisiones.
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