MADRID (Reuters) - Las fuerzas de seguridad españolas han detenido en varias provincias a ocho personas que supuestamente habrían regresado al país tras luchar en el conflicto de Ucrania, informó el viernes el Ministerio del Interior.
En la que, según Interior, es la primera operación de este tipo en Europa contra actividades de combatientes extranjeros en Ucrania, los detenidos están acusados de incorporarse en 2014 a los grupos prorrusos que luchan por la independencia de las regiones ucranianas de Lugansk y Donetsk.
"Estas actividades pueden ser constitutivas de delitos que comprometen la paz o la independencia del Estado, al tratarse de españoles que, al participar en el conflicto armado, violentan la neutralidad que España ha de mantener en relación con la comunidad internacional", dijo el ministerio en una nota de prensa.
Las detenciones, coordinadas por la Audiencia Nacional bajo el nombre de operación Danko, se produjeron en Asturias, Cataluña, Extremadura, Madrid, Murcia y Navarra.
Las autoridades sospechan que los detenidos compartieron y difundieron a través de las redes sociales su entrenamiento, exhibiendo uniformes paramilitares, fusiles de asalto, artefactos y dispositivos explosivos, manifestándose a favor de la lucha armada de los secesionistas violentos.
El conflicto ucraniano se inició en la primavera de 2014 a raíz de movilizaciones prorrusas contra el Gobierno de Kiev en el este del país, de mayoría rusa, que se intensificaron tras la anexión de Crimea por Rusia.
"Durante su estancia en territorio ucraniano, además de la presunta comisión de delitos de cooperación o complicidad en asesinatos y homicidios llevados a cabo por los grupos y batallones a los que se unieron, hay que añadir la tenencia y depósito de armas y explosivos", dijo Interior sobre los detenidos.
Los rebeldes prorrusos, que se comprometieron recientemente a un tregua tras una exitosa ofensiva, han ido retirando sus armas pesadas durante los últimos días, pero Kiev aún no lo ha hecho argumentando que los combates aún no han cesado.
Los países occidentales han amenazado con imponer nuevas sanciones económicas a Moscú si los rebeldes avanzan más en un territorio que el Kremlin denomina "nueva Rusia".