Por Mathieu Bonkougou
UAGADUGÚ (Reuters) - El Ejército apoyó a un oficial de la guardia presidencial de Burkina Faso para liderar un gobierno de transición tras la renuncia del presidente Blaise Compaore, resolviendo una lucha de poder en el seno de las fuerzas armadas dejando de lado la cadena de mando.
Las altas instancias militares mantuvieron negociaciones el sábado, intentando evitar un baño de sangre después de que el teniente coronel Isaac Zida se declarase jefe de estado a primera hora de la mañana en la radio, ignorando el pronunciamiento del jefe del Estado Mayor, el general Honore Traoré, que se había arrogado la dirección del Gobierno de transición.
"El teniente coronel Yacouba Isaac Zida ha sido elegido por unanimidad para liderar el periodo de transición que se abre tras la marcha del presidente Blaise Compaore", decía un comunicado leído por la jerarquía militar después de las conversaciones.
Uno de los líderes africanos que más tiempo ha permanecido en el poder, Compaore, dimitió el viernes después de dos días de protestas masivas contra sus intentos de cambiar la Constitución para aumentar los límites de su mandato, que ya se extendía durante 27 años. Al menos tres personas murieron después de que los manifestantes tomasen el parlamento y lo incendiaran.
El Jefe del Estado Mayor, Honore Traoré, un hombre de confianza de Compaore, anunció rápidamente el viernes que se haría cargo de la presidencia y dirigiría la transición democrática, pero recibió el rechazo popular y por parte de algunos oficiales jóvenes.
Después de que se informase de fuertes tiroteos en los alrededores del palacio presidencial, el teniente coronel Isaac Zida, jefe de la guarda presidencial, anunció en la radio que se había hecho con el poder.
"Asumo desde hoy la responsabilidad de dirigir la transición y la jefatura de Estado", dijo Zida, vestido de uniforme militar, en la televisión nacional."Saludo a la memoria de los mártires de la opresión y me inclino ante los sacrificios hechos por nuestra gente".
Esta crisis está siendo seguida de cerca por los Estados Unidos y la antigua metrópolis, Francia, antigua aliada del presidente Compaore. Bajo su mandato, Burkina Faso se convirtió en un aliado clave en el África Occidental en las operaciones contra grupos vinculados a Al Qaeda.
También tienen la vista puesta en los disturbios otros países de la región, con líderes asentados desde hace largo tiempo en el poder y cuyos mandatos se acercan a su fin, como es el caso de Benín, el Congo y la República Democrática del Congo.
Zida aseguró que el ejército ha tomado el control para evitar la anarquía y asegurar una transición democrática. La hoja de ruta, según dijo, incluirá a diversos elementos de la sociedad, incluyendo a los partidos políticos y la sociedad civil.
"Esto no es un golpe de estado sino el pueblo tomando el poder" dijo a Reuters tras publicar el comunicado. "La gente tiene esperanzas y expectativas, y creemos que nosotros les entendemos".
COMPAORE EN COSTA DE MARFIL
El Gobierno de la vecina Costa de Marfil comunicó el sábado que Compaore había llegado con su familia y séquito, pero no especificó adónde. Fuentes militares han revelado que se encuentra en un retiro presidencial en la costa de Assinie, al este de la capital económica del país, Abidyán.
Zida pidió esta mañana en la radio apoyo para la transición a la Unión Africana y a la Comunidad Económica de Estados de África Occidental, la cual exigió respeto a las reglas democráticas el jueves pero no ha respondido desde que el ejército diera un paso al frente y se hiciera cargo de la situación después de la dimisión de Compaore.
Es la séptima vez que un militar toma la jefatura del Estado desde la independencia de Burkina Faso de Francia en 1960. Antes, la región era conocida como Alto Volta.
Las tropas leales a Zida se desplegaron la noche del viernes en puntos estratégicos a lo largo de la capital, imponiendo un toque de queda entre las 1900 y las 0600. El aeropuerto y las fronteras terrestres fueron también cerradas a su orden, según dijeron los soldados.