Este artículo se publicó en inglés el día 28 de febrero de 2018
Ellen R. Wald
Un nuevo informe de la Administración Internacional de la Energía (AIE) prevé que la producción de petróleo de Estados Unidos va camino de superar la de Rusia y Arabia Saudí ya en 2019. La producción de Estados Unidos supera la de otros países, se va a hablar cada vez más —recordando mucho a los que se hablaba en 2014 y 2015— de que la industria americana de petróleo de esquisto se ha convertido en el nuevo "productor regulador" del mercado del petróleo. He tenido esta discusión recientemente. Estas afirmaciones son y serán erróneas; la industria del petróleo de esquisto estadounidense no puede ser un productor regulador.
La idea del "productor regulador" es que un proveedor determinado (o un grupo de proveedores trabajando conjuntamente) pueda tener el suficiente control sobre las fluctuaciones del suministro como para hacer subir o descender el precio del petróleo por sí mismo. Un productor regulador puede establecer el precio del petróleo de dos maneras:
- Disminución de su propia producción para elevar los precios en un momento en que otros productores no tienen capacidad sobrante para compensar la disminución del suministro a escala mundial, o
- Aumento de su propia producción para bajar los precios en un momento en que otros productores no pueden permitirse o no quieren disminuir la suya para equilibrar el mercado de suministros.
En teoría, un productor regulador puede responder a las fluctuaciones de precios aumentando o disminuyendo la producción para mantener los precios relativamente estables.
En la década de 1970, la OPEP solía ser un productor regulador en el mercado del petróleo, reduciendo la producción y deteniendo el suministro a nivel global para impulsar los precios del petróleo en un momento en que otros productores no tenían capacidad sobrante alguna. Esta estrategia reportó grandes beneficios y nuevos controles de mercado a los países de la OPEP.
En la década de 1980, Arabia Saudí intentó hacer de productor regulador solamente dentro de la OPEP. Arabia Saudí acordó reducir su producción de petróleo en nombre de la OPEP para evitar que cayeran los precios. Sin embargo, en aquel momento Arabia Saudí no era el único productor con capacidad sobrante. La nueva producción de petróleo de la vertiente norte de Alaska y del Mar del Norte del Reino Unido provocó que Arabia Saudí redujera su producción para evitar que cayeran los precios, que el petróleo de otros lugares se vertiera al mercado, compensando la falta de suministro de Arabia Saudí y haciendo descender los precios. Arabia Saudí no consiguió ser un productor regulador en la década de 1980.
La industria actual del petróleo de esquisto de Estados Unidos no puede ni podrá nunca ser un productor regulador legítimo en el mercado del petróleo. Aquí está el porqué:
1. La potencia conjunta de la industria del petróleo de esquisto no es lo suficientemente grande. En 2014, en el momento de la revolución del esquisto y cuando la industria del petróleo de esquisto se denominó por primera vez productor regulador, las cinco mayores compañías de petróleo de esquisto (EOG Resources (NYSE:EOG), Anadarko Petroleum (NYSE:APC), Apache Corporation (NYSE:APA), Chesapeake Energy (NYSE:CHK) y Continental Resources (NYSE:CLR)) suponían solamente el 10% de toda la producción de crudo. Sólo las previsiones más optimistas de crecimiento de petróleo de esquisto indicarían la posibilidad de semejante poder dentro de la industria del petróleo de esquisto en el futuro.
2. El petróleo de esquisto no puede elevar el precio del petróleo unilateralmente, porque otros productores tienen suficiente capacidad sobrante. Tampoco puede el petróleo de esquisto disminuir el precio del petróleo unilateralmente, porque carece de la suficiente capacidad sobrante y otros productores tienen los medios económicos para disminuir su producción, si lo deseas. Si los productores de petróleo de esquisto actúan juntos y disminuyen la producción para elevar el precio del petróleo a escala mundial, el vacío se podría llenar rápidamente por la OPEP, Rusia, Kazajstán o Brasil, que tienen la capacidad sobrante para aumentar la producción y probablemente lo harían si los precios subieran y hubiera espacio para más petróleo en el mercado. Si el petróleo de esquisto quisiera hacer oscilar el precio del petróleo a la baja produciendo más, encontraría muchos problemas porque ahora probablemente carece de la suficiente capacidad sobrante —la mayoría de las ideas en torno a la capacidad sobrante del petróleo de esquisto son previsiones de cara al futuro— y porque países como Arabia Saudí podrían optar por disminuir su propia producción y esperar una superabundancia de petróleo de esquisto. De hecho, algunos podrían argumentar que ya existe una superabundancia de petróleo de esquisto y la OPEP, junto con otros socios como Rusia, está reduciendo su producción para mantener la estabilidad de los precios.
3. En realidad, los productores de petróleo de esquisto de Estados Unidos tienen prohibido legalmente aliarse para establecer cuotas de producción o impactar en el precio. Ésta es la razón última por la que el petróleo de esquisto no puede ser un productor regulador. Sin embargo, algunos argumentan que el petróleo de esquisto puede actuar como un productor regulador cuando muchas empresas independientes de petróleo de esquisto tomen las mismas medidas en respuesta a las condiciones del mercado. Por ejemplo, el precio del petróleo ha subido en los últimos dos años y ahora las empresas de petróleo de esquisto están volviendo a producir más petróleo. Eso es cierto, pero no es suficiente convertir la industria del petróleo de esquisto en un productor regulador. No hay ninguna estrategia detrás de esto, y el instinto de conservación de cada empresa evitará que tomen la difícil decisión de hacerse productor regulador. Otro ejemplo, sin aliarse, los productores de petróleo de esquisto nunca decidirán conjuntamente reducir la producción al unísono para respaldar los precios. Cada productor de petróleo de esquisto está solo, no con la industria del petróleo de esquisto o la industria energética de Estados Unidos. Sin una alianza del tipo de la del cártel de la OPEP, ningún grupo de productores puede ser un productor regulador fiable.