No pare, no para. La ruleta gira sin descanso y en la bolsa las treguas no existen. Las bolsas se enfrentan a un mundo pintado de todo menos de color de rosa, aunque surge, una vez más, en casi todos los informes de estrategia y de situación de las principales firmas de análisis como la gran alternativa, el caballo ganador para este año. ya queda menos. Un nuevo toro ha saltado al ruedo, Estados Unidos, como siempre, ha abierto el melón de los resultados empresariales.
Los resultados empresariales se han convertido en el foco inicial de los expertos y seguidores del mercado. Pero sin perder de vista los movimientos tácticos de los bancos centrales, hasta ahora los controladores de todos los mercados; el giro demasiado lento de la inflación en casi todas las economías planetarias y la consiguiente influencia en los tipos de interés. En el mismo acto, la perseverancia de una situación geopolítica confusa, difícil, amenazante.
Un camino, como casi siempre, repleto de obstáculos, aunque hasta ahora ninguno ha sido insalvable. Ya saben, el Brexit; la victoria de Trump, los diferentes conflictos bélicos y los intentos secesionistas de Cataluña. Otra amenaza cierta, la encontramos en la sobrevaloración de Wall Street. Y un dato interesante: la semana que viene se inicia la etapa de presentación de cuentas.
Primeros resultados:
Los beneficios e ingresos trimestrales de Citigroup (NYSE:C) superaron el jueves las expectativas de Wall Street gracias a un estricto control de costes, la venta de activos y unos mayores ingresos por la suscripción de acciones.
Los ingresos por intermediaciones del banco estadounidense, a pesar de caer un 11%, fueron mejores que el descenso de 15% que el director financiero John Gerspach pronosticó hace tres semanas.
Los ingresos por intermediaciones se han transformado en una mancha para los resultados de los bancos. La rival JPMorgan Chase & Co (NYSE:JPM) dijo el jueves que su facturación por operaciones comerciales cayó un 21%.
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JP Morgan Chase ha obtenido un beneficio neto de 6.732 millones de dólares (5.689,5 millones de euros) en el tercer trimestre del año, lo que supone un incremento del 7,1% respecto al mismo periodo del año anterior.
Así, el beneficio por acción del banco estadounidense creció un 11% en el tercer trimestre del año en comparación con las mismas fechas de 2016, hasta alcanzar los 1,76 dólares por título (1,48 euros).
Por su parte, la cifra de negocio ascendió a 26.200 millones de dólares (22.142,8 millones de euros), lo que implica un 3% más que en el tercer trimestre del pasado ejercicio.
En vista de los resultados, el presidente y consejero de la entidad, Jamie Dimon, los ha calificado de "sólidos" y ha puesto en valor que, por primera vez, la firma ha liderado los depósitos en Estados Unidos.
En su opinión, aunque la economía mundial "sigue funcionando bien", los desastres naturales en Estados Unidos, "desafortunadamente", han afectado a muchos de sus clientes, a lo que la entidad ha respondido "con enorme apoyo financiero", ha añadido Dimon.