Lo sé, parece un título algo infantil, incluso absurdo por su propia obviedad. Lo cierto es que los operadores profesionales de mercado, sean traders independientes, gestores patrimoniales, administradores de fondos discrecionales y “gentes” que mueven su propio dinero o el de terceros con el fin de conseguir multiplicarlo en mayor o menor medida, tenemos una aflicción común. Podríamos pensar que se trata del estrés, de la sobrecarga de trabajo, de la responsabilidad de tomar decisiones en muy corto espacio de tiempo con unas consecuencias que podrían ser determinantes y no estaríamos errando el tiro, del mismo modo que la mayoría sufrimos de colesterol alto, sedentarismo, hipertensión y a menudo problemas para dormir o descansar suficientemente y todo ello son problemas muy reales y muy comunes a cualquier profesional de sector sin importar su edad, sexo, escalafón o cualquier otro grupo diferenciador en el que queramos segmentar el colectivo. Pero el problema más grave que sufrimos no es otro que la “falta de contacto con la realidad” y ¿cuál es la realidad? Ahí está el kit de la cuestión: para cada uno la realidad es distinta puesto que es subjetiva; por tanto, los acontecimientos que se suceden a nuestro alrededor son percibidos de modo distinto y esto hace que se configure la primera diferenciación de percepción de los mercados.
Cuando un ser humano en las mismas condiciones, horario del día, entorno, estímulo externo, mensaje, tono de voz etc. recibe un mensaje (pongamos por ejemplo la palabra “PERRO”) sus propias vivencias le llevan a una imagen concreta, distinta absolutamente de las de otros seres humanos que han recibido el mismo mensaje. Esto es, cada uno ve un perro distinto, realizando una acción distinta, en un entorno distinto y le provoca un sentimiento distinto. Todo ello, con un estímulo exactamente igual, y considerando que el estímulo es muy sencillo y con poca posibilidad de ser alterado el mensaje del emisor al receptor, verdaderamente nos damos cuenta de que al juntar dos palabras, la cosa se complica aun mucho más.
Si esta pequeña reflexión la trasladamos a un gráfico de velas japonesas, a un análisis chartista, a un análisis fundamental o al estudio de los diferentes activos en los que podemos invertir en los mercados financieros, se nos antoja imposible prever el siguiente movimiento de mercado. De hecho, lo es, no hay más que pensar, no podemos saber que va a suceder en condiciones normales de mercado, ni el segundo siguiente ni la próxima hora, ni la siguiente semana, cuanto menos si hablamos de ineficiencias de mercado o sucesos poco habituales.
¿Cómo podemos entonces generar una estrategia?
Teniendo en cuenta que una estrategia es un plan de acción sobre lo que tenemos que hacer, ¿cómo es posible crear un plan de acción, si no tenemos ni idea de lo que va a suceder? La respuesta no es sencilla, pero sí es simple, gracias a la estadística y al análisis cuantitativo. No nos dicen que va a pasar, pero nos permiten tener una horquilla de probabilidades en la cual buscar la ansiada VENTAJA MATEMÁTICA.
La realidad, podemos dividirla en dos grandes apartados:
- Lo que va a suceder ante nosotros y lo que deseamos hacer con lo que va a suceder.
- Lo que va a suceder es imposible que sea predicho y, por lo tanto, buscaremos una ventaja matemática que estadísticamente consiga que tengamos una estrategia que, junto con una gestión monetaria correcta, nos permita tener ganancias consistentes en el tiempo.
Lo que deseamos hacer y lo que va a suceder a menudo se nos desdibuja a base de la permeabilidad a los estímulos socio económicos más ponderados. Ganar dinero, tener éxito y ser reconocido, son algunos de los ejemplos más claros de la influencia externa a la cual todos nos vemos sometidos, pero, si pudiéramos imaginar que todo eso ya lo hemos conseguido, ¿qué es lo que haríamos con mucho dinero, mucho éxito y mucho reconocimiento diez años después de haberlo conseguido? Para cada uno, las respuestas serán distintas, pero es muy probable que haya muchas cosas comunes, cuidar de nuestras familias, hijos, padres, parejas y una que seguro que no falta a nadie es tener tiempo para dedicarlo a lo que nos apetezca. Esta es la verdadera razón por la que trabajamos, por la que nos esforzamos para poder tener todo aquello que consideramos que es lo idóneo para nuestra vida, el tiempo. De nuevo, obviedades, es cierto, y es que lo que te cuento en este artículo es muy obvio, el problema es que a veces se nos olvida, porque como decía anteriormente, lo simple a menudo no es fácil.
Lo que vengo a proponerte con esta pequeña reflexión, que no es más que el fruto de mi propia experiencia, es que al contrario de lo que me ha sucedido a mí, casi a diario, "no pierdas el contacto con tu realidad, usa un sistema."
Volviendo al título de este pequeño artículo de reflexión, no busques fórmulas mágicas, ni modos de “batir al mercado”. Busca el modo de hacer lo mejor para ti cada día. Trabaja con sistemas que te permitan hacer una gestión monetaria adecuada al riesgo que quieres imprimir a tu cartera o tus carteras. Lo que necesitas es ser más eficiente en tu trading cada día, trabaja con un sistema probado en cientos de miles de operaciones, aplícalo de forma rigurosa y simple, paso 1 paso 2 paso 3 y paso 4 o cuales quiera que sean los pasos del sistema en cuestión. Y cuando te hayas organizado y estés disfrutando de tus beneficios económicos, de tu tiempo libre y de una organización de tu agenda que te proporcione lo que realmente es importante para ti, entonces y sólo entonces plantéate ir un paso más allá empleando un tiempo delimitado al día para buscar los puntos comunes a las ineficiencias del o de los sistemas que estés usando.
Para nosotros es importante que identifiques qué estilo de trading quieres hacer, que nos consultes sobre cómo obtener los resultados que buscas y que podamos asesorarte en la planificación real de tus necesidades personales y económicas.
A menudo nos movemos con objetivos que no son propios, creyendo que serán los que nos den estabilidad, felicidad y mayor alegría, pero es bueno que en nuestra agenda diaria nos tomemos todos los días unos minutos para consultarnos a nosotros mismos, con sinceridad, si estoy dirigiéndome hacia lo que de verdad quiero.
Mi propia experiencia después de 10 años haciendo trading, me ha enseñado un método que ha costado bastantes años asimilar y que podría resumirse de la siguiente manera.
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No sé lo que va a hacer el mercado.
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Cuando gano no es porque sea más listo que el mercado.
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Cuando pierdo no es porque sea más tonto que el mercado.
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Necesito concreción en mi agenda diaria.
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La organización sistemática de tareas es imprescindible para la sostenibilidad de cualquier sistema.
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Tengo que incluir en mi jornada laboral el tiempo para aquello que me haga feliz.
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Tengo que hacer lo posible por estar sano para para disfrutar de la vida.
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Disfrutar de tiempo para mí, es una obligación diaria.
Todo ello es posible a día de hoy gracias a dos sistemas de trabajo, uno son las estrategias de las que hemos estado hablando y el otro es lo que hemos dado a llamar “Health trading” la combinación de ambas cosas me permite vivir mi vida en plenitud y reflexionar a diario sobre la dirección que quiero que tome mi vida, en vez de dejarme llevar. El Health trading, es una filosofía en sí, de la que hablaremos en otros artículos para no extendernos más en el actual.