ABENGOA, CRECIMIENTO Y REESTRUCTURACIÓN FINANCIERA: LO QUE LOS ACCIONISTAS DEBEN CONOCER
Previo a este artículo publiqué con anterioridad otro sobre Abengoa (MC:ABGek), ingeniería andaluza que está intentando salir adelante con la una pesada carga heredada de un pasado que está lastrando su recuperación.
Decidí escribirlo tras conectarme a un foro de bolsa donde leí como alguna persona opinaba alegremente sobre cuestiones muy complejas. Concretamente, me molestó que se comentase en el mismo que las acciones de Abengoa pronto cotizarían a una diezmilésima de euro de acuerdo al nuevo rango de variación de precios que la CNMV activará próximamente, algo que sólo podría producirse si se diesen una de las siguientes circunstancias que no se dan a día de hoy:
- Abengoa terminase en concurso y posterior liquidación y no quedasen bienes a repartir entre los accionistas;
- Se aprobase su nuevo plan de restructuración financiera incluyendo acuerdos que, en determinadas circunstancias, pudiesen terminar diluyendo al 100% el accionariado actual de Abengoa dejando a la compañía en manos de sus acreedores.
Es cierto que cuando uno estudia los estados financieros de Abengoa los números no acompañan, pues a nadie se le pasa por alto que Abengoa está en un momento difícil: balance apalancado, patrimonio neto y fondo de maniobra negativos, beneficios operativos que no son capaces de cubrir los gastos (principalmente intereses de la deuda), etc; todos ellos resultados que no son alentadores para sus accionistas.
Ante esta situación decidí acercarme esta semana a su sede central en Sevilla, donde el martes tuvo lugar una reunión informativa para los accionistas.
Había leído en los foros que Abengoa no se caracterizaba por su transparencia al transmitir información y ello me hacía pensar que sería una reunión de trámite en la que no participarían altos ejecutivos de la compañía pero no fue así, me equivoqué rotundamente porque en la reunión participaron, Víctor Pastor, miembro del Comité Ejecutivo y director financiero, y Gonzalo Zubiría, responsable de relaciones con inversores y mercado de capitales.
Gonzalo y Víctor nos dedicaron 3 horas de su valioso tiempo para explicarnos la situación de la compañía y responder a todas las dudas que, por parte de los dos accionistas presentes, Miguel y Paco, plantearon junto a las mías durante el encuentro. Ello me obliga, y que me perdonen los lectores, a que tenga que trocear este artículo en dos partes.
En esta primera parte resumiré alguno de los puntos que se trataron en relación con el negocio de la compañía y en la segunda los completaré dando más detalles sobre el plan de restructuración de su deuda que aportará los medios necesarios para que Abengoa entre en la senda virtuosa del crecimiento de ventas necesario para su recuperación; como sigue:
Estrategia operativa de Abengoa: La clave está en la liquidez
Víctor nos comentó que en su dilatada experiencia había visto salir adelante a muchas compañías que durante un largo periodo de tiempo habían convivido con un patrimonio neto negativo, como es el caso de Abengoa, y nos remarcó que lo único imposible era sobrevivir sin liquidez y líneas de avales, ambas necesarias para dar continuidad al crecimiento del negocio en el que actualmente se ha centrado y concentrado Abengoa: ingeniería y construcción (EPC: Engineering, Procurement&Contruction) de proyectos tan demandados actualmente como son los de energías renovables, infraestructuras eléctricas (subestaciones, líneas de alta tensión etc.) y medio ambiente (agua).
Abengoa declaró el pasado 30 de septiembre un beneficio bruto de explotación (EBITDA) de 87 millones de euros en el primer semestre de 2018 (32 millones aportados por ingeniería y construcción + 55 millones por infraestructuras concesionales), resultado que se veía menoscabado principalmente por los gastos financieros hasta inducir una pérdida de 100 millones de euros. Es decir, para no incurrir en pérdidas en este primer semestre Abengoa habría necesitado un EBITDA de 187 millones de euros.
Con objeto de hacer un cálculo sencillo con carácter exclusivamente orientativo y aplicable a este semestre en concreto, si asumimos que el negocio de concesiones no va a aportar nuevo crecimiento puesto que Abengoa está ya concentrando toda su actividad de desarrollo negocio en conseguir contratos de ingeniería y construcción EPC de proyectos de energía y medio ambiente, esta actividad debería haberle aportado 100 millones de euros adicionales de EBITDA para haber saldado el semestre sin pérdidas.
Para ello, asumiendo un margen del 8%, margen razonable en la venta de proyectos EPC, Abengoa tendría que haber facturado 1.250 millones adicionales en este primer semestre para conseguir los 100 millones necesarios para no haber incurrido en pérdidas. Esta facturación sumada a los 400 millones que habría facturado para conseguir el EBITDA arriba mencionado de 32 millones si aplicásemos el mismo margen, indicaría que semestralmente Abengoa estaría necesitando facturar aproximadamente 1.650 millones de euros para llegar a su “break even” o punto muerto de entrada en beneficio. Por tanto, Abengoa tendría que facturar anualmente más de 3.300 millones de euros en ventas de proyectos EPC para empezar a generar beneficios suficientes para cubrir sus gastos y comenzar a pagar su deuda con objeto de restablecer su situación patrimonial. .
En esta situación, sus accionistas actuales deberían plantearse para continuar en el valor:
¿Es posible que Abengoa llegue a una facturación de 3.300 millones de euros en proyectos EPC en los próximos años?
Mi respuesta es: sí, sí, es totalmente posible. Obviamente, este crecimiento de negocio no podría conseguirse de un año para otro, pero sí en un horizonte temporal más razonable de 3-5 años si Abengoa dispusiese de la liquidez y avales necesarios para ello.
¿Por qué es posible tal incremento de su facturación?
En mi opinión, ello es posible porque el producto que vende Abengoa, que es la construcción de modernas plantas e infraestructuras de energía (eólica, fotovoltaica, termosolar etc,) y medioambiente (desaladoras, plantas de tratamiento de agua, etc) es un producto necesario en toda la geografía mundial, pues las principales necesidades del ser humano en el siglo XXI, obviamente después de la de comer, son el agua y la energía. Además, Abengoa posee un “know-how” en nuevas tecnologías y ofrece soluciones que pocas ingenierías pueden alternativamente ofrecer en un mercado de demanda internacional creciente como es el de la energía y el agua. Sus cifras de desarrollo de negocio empiezan a despuntar y así lo confirman:
- Contratación de 977 millones en el primer semestre de 2018 y una cartera total de 1919 millones de euros pendiente de facturar.
- Importe de oportunidades de negocio identificadas por Abengoa en la geografía mundial: 29.000 millones de euros Un porcentaje de éxito del 10% en las oportunidades identificadas ya nos aproximaría a los 3.300 millones de facturación que Abengoa necesita para generar beneficios.
En la próxima entrega entraré en el análisis de la restructuración financiera necesaria para que Abengoa entre en beneficios y el impacto que ello tendría en sus accionistas actuales.
“Quiero dedicar este artículo a los más de 14.000 empleados de Abengoa que con su duro, durísimo trabajo cotidiano, están ayudando a dar continuidad a un proyecto empresarial y tecnológico que ni Andalucía ni España pueden permitirse perder. Desde aquí mi respeto, admiración y afecto a personas de Abengoa que como Víctor o Gonzalo están lidiando con el complejo día a día de una compañía que está demostrando con resultados su viabilidad como renovado proyecto empresarial y que espero y deseo que, como el ave Fénix,emblemática criatura de fuego, será capaz de elevarse majestuosamente desde las cenizas de su propia destrucción.”
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