Espero que la semana 31 del año la hayan disfrutado. Ya sea en un chiringuito, país lejano o en la oficina.
Como todas las primeras semanas de mes, esta ha venido cargada de muchas publicaciones de indicadores. Para cerrar el mes de julio, actualizamos los datos de dos indicadores monetarios. Estos indicadores son los que más alejados de niveles críticos se encuentran, por lo que podríamos afirmar que no hay tensiones financieras en los mercados mundiales actualmente.
El indicador líder también se mantiene estable en los mismos niveles que hace más de 7 años.
Los datos de empleo del mes de julio salieron mejor de lo esperado y llenaron muchas portadas al bajar la tasa de paro al 4,3%. Son buenas noticias, pero ya sabíamos que sería necesario crear más empleo para que la tendencia interanual no siguiese descendiendo. En todos los indicadores vemos cómo el impulso que empezó a finales del año pasado parece estar frenándose. Aún faltan meses para que se llegue a niveles críticos a este ritmo. Son ya 30 meses desde que se alcanzase el máximo del ciclo en las nóminas no agrícolas interanuales, y al ritmo que se van deteriorando aún podemos tener un par de trimestres positivos para la renta variable.
El índice de préstamos a pequeñas empresas sigue sin tener una tendencia clara, mientras que la morosidad de 90 a 180 días sigue mejorando desde hace ya un año.
Estos buenos datos no varían nuestro cuadro de mandos, que sigue en máximos por tercera semana consecutiva. Los índices estadounidenses siguen sin dar una oportunidad medianamente clara para comprar (corrección >5%). Aunque Europa lleva ya 3 meses de consolidación, que se ha visto respaldada con la publicación de unos beneficios peores de lo esperado. Si América corrige, Europa irá detrás.
Se habló mucho de que era el momento de los índices europeos hace unos meses, que Europa estaba "barata". Piensen cuántos como Google (NASDAQ:GOOGL), Facebook (NASDAQ:FB), Amazon (NASDAQ:AMZN), Microsoft (NASDAQ:MSFT) o Netflix (NASDAQ:NFLX) se han creado en Europa en los últimos años y hallarán la razón a ese "abaratamiento". Europa hace mucho tiempo que pone trabas a la innovación y al desarrollo y eso termina repercutiendo en las bolsas, que no hacen más que recoger los frutos de esas trabas.