Sí, tal cual: mi ego me ventiló 600 dólares en un par de horas.
Es cierto que no fue ayer, pero como si lo fuera, porque aún lo recuerdo como si fuera ayer, y eso que han pasado cuatro años.
Aquella tarde de verano estaba sentado ante el ordenador, como era habitual. Pero ese día fue especial, se convirtió en una enseñanza para mí. Me mostró la cara más cruda del mundo del trading.
Estoy hablando del TRADING EMOCIONAL.
Esa tarde me dispuse tranquilamente ante la pantalla de mi portátil con mis gráficos, ahora opero con más de una pantalla. Estaba relajado, como casi siempre, y me disponía a operar una hora u hora y media. Era el tiempo que disponía.
En aquel entonces, operaba el futuro del crudo (CL) y operaba como scalper en gráficos operativos de 5 minutos. Contextualizaba en marcos temporales mayores, básicamente de una hora, para ver resistencias, soportes y niveles relevantes.
Mi operativa se basaba en cruce de alguna media en zonas relevantes y entradas clásicas de movimientos en pullback. De hecho, eso es lo de menos, porque al final cada uno opera su propio sistema, si más eso es lo que defendemos abiertamente en Enneatrading, en cualquier evento, conferencia o en lugar en el que tenga la oportunidad de decirlo.
De un tiempo hasta aquí, he entendido que los sistemas de trading debemos acercarlos, modificarlos o incluso crearlos a nuestra propia personalidad y no al revés. Siempre queremos adaptarnos a un sistema ganador que nos dicen o enseñan, pero no somos capaces de adaptar los sistemas a nosotros. Creo que eso es un error.
Lo importante es recordar lo que me pasó aquella tarde. De hecho, no me amargo para nada, e incluso me desnudo absolutamente con espíritu divulgativo de lo que me pasó ese día con el trading emocional.
Cuando llevaba media hora escasa de operativa, se presentó mi set-up de aquel entonces y lo operé. Dispuse mi orden en el graficador Ninja, el stop ajustado y mi take-profit. Lo puse todo como tantas otras veces.
La operación llegó al nivel de stop y me saltó. Hasta ahí sin más. Perdí en esa operación mis 10 ticks de “rigor”. Digo de rigor, porque en ese momento no sabía lo importante que es gestionar el stop adecuado a tu operativa, al subyacente que operas en concreto, tu cuenta operativa y a un largo etcétera que no viene ahora al caso. La cuestión es que palmé 100 euros en esa primera trade. Cada tick de recorrido en el futuro del CL (petróleo) equivale a 10 dólares. 10 ticks=100 dólares.
Minutos más tarde se presentó otra nueva oportunidad con mi set-up. Aquí ya empecé a apartarme un poco y mi ego empezó a plantearme las dudas de si debía entrar la orden o no. Ya venía un pelín tocado sabiendo que había perdido 100 euros. Todo y así, entré a mercado con una orden de venta.
El resultado de esa trade fue el mismo, saltó el stop y volví a perder 10 tics más. Aquí fue algo diferente, entré en corto y tras saltarme el Stop, el precio se fue para abajo. Dio un recorrido majete, de aquellos que cuando los pillas dices:
- Joder, qué bueno que soy.
Y a mí se me quedó una cara de pasta de boniato y ya iban palmados 200 dólares. Yo pensaba que iban a por mí, que habían venido a buscar mi Stop para luego irse. Era un auténtico iluso. En ese momento empecé a mosquearme, la silla me parecía algo incómoda y no estaba relajado. Y claro, en esas circunstancias, el que quería relevarme lo hizo sin ningún miramiento y sin dejarme decir ni “mu”.
Mi ego empezó a apoderarse de mis decisiones y yo estaba en estado de semi-shock. Llevaba menos de una hora en el mercado y ya se me habían esfumado doscientos euros de mi cuenta. Recuerdo que hasta lo miré en el broker y al verlo pensaba:
- Sí, sí, se me han ventilado 200 pavos.
Esos ya no los tenía, pero entonces y como que estaba en el banquillo, por así decirlo, mi ego dijo que esa era su oportunidad de oro. Él solito, le metió otra orden al mercado sin sentido, sin setup, con sed de venganza y pensando que ganaría. Ay pobre de mí, qué principiante. Por arte de magia esa trade acabó en positivo. Sí, en positivo, pero en un puñetero BreakEven de 10 dólares de beneficio. ¡Ehhh! y yo contento, ehh, que no perdí vamos.
“Seguimos para línea” como si del bingo se tratara. "Dos negativas y una positiva", pensé. No íbamos mal pero veníamos tocados emocionalmente. Pensé, erróneamente, que le estaba tomando el pulso al mercado, íbamos 1-2 y ganaba él. Yo retaba al mercado: vaya tontería.
En ese momento y en un arrebato de tomar el control absoluto mi ego, el chulo de él, coge y entra con otra orden. Esta para largo, con set-up estudiado y respetando la entrada de forma correcta.
Ese cuarto trade empieza a desarrollar, llevamos casi una hora y media de mercado, va desarrollando, consume tiempo, llega a mi "takeprofit", pero me doy cuenta de que en esa ocasión, aún no sé por qué, pero la orden limitada que me dé el target no está. Pero yo dije, bueno, no pasa nada, como voy ganando en esta dejo correr los beneficios. Algo que siempre nos dicen: cortar las perdidas y dejar correr los beneficios. Pues yo “pállá”, que corran los beneficios.
Recupero los 200 y sigue la fiesta, llega a +35 tics, o sea 350 beneficios en esa, soy un campeón.
Ya ves tú, recuperaba los doscientos perdidos y ganaba 150 dólares y yo como Cristiano Ronaldo, jugador del Real Madrid que cuando le dieron el premio de Bota de oro dijo aquello de: “Síííííííuuuu”.
Claro que sí, mi ego a sus anchas y diciendo aquello de:
- ¿Ves cómo tenia razón, Jordi?
Yo estaba fuera de control y quien operaba era mi ego. Era miércoles y a las 16.30 horas en mi país es cuando salen las noticias del inventario del crudo. Castañazo que te crió. El precio se giró de forma brusca y el resultado era ahora de más 100, más 50 dólares, menos 120, menos 200, menos 250… menos 190… y yo mirando y sin reaccionar, ni se me movían las cejas. Estaba paralizado.
¿Como acabó? Pues cómo va acabar, mal. Perdí 400 euros, que sumados a los 200 que ya no estaban, esa tarde acabé con -60 tics o lo que es lo mismo, menos 600 dólares. Buffff. Aprendí una lección que fue excelente para mi y mi desarrllo como trader. Desde aquel entonces quien opera soy yo y soy el único responsable de mis resultados.
Vaya si lo aprendí, de hecho el conocer el enneagrama y conocer a los egos de las diferentes personalidades me ha permitido, con mucho esfuerzo y sacrificio, crear Enneatrading. Debemos estar en sintonía con nuestras inversiones, pero sobre todo con nuestra forma de ser, experimentar y crecer como traders y como personas.
Sufrí la avaricia, el miedo, la parálisis emocional, el sufrimiento, el arrebatar al mercado, la rabia, la cara de tonto y un sinfín más de emociones que se nos presentan a diario y que tanto nos cuesta gestionar como traders. Pero como todo en la vida, o casi todo, tienes una parte de la solución.
Te animo a que busques, descubras a tu ego y a que no dejes que él sea el que opere. Te animo a que seas tú quien tome las riendas de tu operativa. Si no lo haces así, el ego secuestrará tus resultados y algo peor: tu cuenta.
El ego me los ventiló y me gustaría que el tuyo no lo haga contigo.