Los principales índices bursátiles europeos cerraron AYER con ligeros avances, muchos de ellos terminando la sesión en máximos anuales, animados por los avances “publicitados” en las negociaciones comerciales entre EE.UU. y China y por los buenos resultados trimestrales que se están conociendo. Así, tanto la Administración estadounidense como el Gobierno chino están lanzando continuos mensajes sobre la buena marcha de las negociaciones para cerrar lo que se ha venido llamando fase uno del acuerdo comercial, que no es otra cosa que un acuerdo de mínimos que evita, de momento, que el conflicto vaya a más. AYER, sin ir más lejos, fue el propio presidente estadounidense, Donald Trump, el que habló del tema, señalando que las negociaciones iban más rápido de lo esperado y que el acuerdo se podría cerrar pronto, posiblemente en la reunión que mantendrá con el presidente de China, Xi en Chile, en el marco de la cumbre del Foro de Cooperación Económico Asia-Pacífico (APEC), que se celebrará a mediados del mes de noviembre en el país sudamericano. Estas noticias sirvieron para impulsar en las bolsas europeas a dos de los sectores más penalizados por el conflicto comercial: el del automóvil y el de las materias primas minerales.
Además, AYER la Unión Europea (UE) aprobó conceder al Reino Unido una nueva prórroga flexible para que salga de forma ordenada de la región. Posteriormente, y ya con las bolsas cerradas, tras perder por tercera vez una votación en la Casa de los Comunes para convocar elecciones generales, el primer ministro Johnson aceptó la mencionada prórroga. Johnson, no obstante, intentará volver a convocar elecciones con una nueva votación en la que sólo necesitará para ello mayoría simple. En esta ocasión tendrá el apoyo de dos partidos de la oposición: el de los nacionalistas escoceses del SNP y el de los Liberales Demócratas. Johnson, a cambio, se ha comprometido a aparcar su acuerdo para el Brexit hasta después de las elecciones, que probablemente se celebren el 12 de diciembre. Johnson pretende que éstas se conviertan en un plebiscito sobre el mencionado acuerdo. Todos estos acontecimientos deben servir para tranquilizar a los mercados financieros de la región, ya que la posibilidad de un Brexit duro es cada vez más remota, a pesar de que todavía el proceso sigue generando cierta inquietud entre los inversores.
Al igual que ocurrió en Europa, la sesión en Wall Street fue positiva, con los inversores celebrando los avances en las negociaciones comerciales y unos resultados empresariales que, en conjunto, están superando lo esperado, lo que está sirviendo para que muchos inversores recuperen la confianza en el mercado. De hecho, el S&P 500 volvió a alcanzar AYER un nuevo máximo histórico, el primero desde el pasado 26 de julio - ya van 14 en lo que va de ejercicio-. En este mercado fueron los valores tecnológicos los que lideraron las alzas, animados por el buen comportamiento de Apple (NASDAQ:AAPL) y Microsoft (NASDAQ:MSFT), que también terminaron la sesión en máximos históricos.
A partir de HOY, y hasta que MAÑANA se sepa la decisión que adopta en materia de tipos de interés, será el Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal (FOMC) el que centre la atención de unos inversores que, no obstante, seguirán analizando con detalle la batería de resultados trimestrales que se vayan publicando -AYER, y tras el cierre de la bolsa estadounidense, publicó Alphabet (NASDAQ:GOOGL) (matriz de Google), quedándose corta la compañía a nivel beneficio, a pesar de superar las estimaciones de ventas; sus acciones cedieron cerca del 1,5% en operaciones fuera de hora-.
Para empezar, esperamos que las bolsas europeas abran HOY planas, en línea con el comportamiento que han mantenido esta madrugada los mercados asiáticos. En la agenda macro del día destaca únicamente la publicación esta tarde en EE.UU. del índice de confianza de los consumidores del mes de octubre, índice clave al ser un indicador adelantado del consumo privado estadounidense, variable que, como siempre recordamos, representa dos terceras partes del PIB estadounidense. Un mal dato volvería a generar cierta preocupación entre los inversores, sobre todo porque estamos a las puertas de la temporada de compras navideñas en las que muchas compañías se juegan gran parte de los resultados del año.