Desde la OPEP, el cártel de exportadores de petróleo, hasta Vitol, la potencia de comercio energético, el veredicto parece ser el mismo: los nubarrones se ciernen sobre el mercado del crudo.
Lo que no está claro es qué impacto tendrá esto en los precios a corto plazo.
Esta tesitura es similar para el oro: el metal precioso está cerca de mínimos de dos meses, y los gráficos indican un mayor debilitamiento. Sin embargo, parece que el dólar podría revertir parte del alucinante fortalecimiento que ha mostrado estas últimas dos semanas, así que no se sabe hasta dónde podría llegar el oro.
Hay dos eventos clave en el comercio macro económico/con oro de esta semana: el primer debate este martes entre el presidente Donald Trump y su oponente, Joe Biden, de cara a las elecciones presidenciales del 3 de noviembre, y el informe de empleo no agrícola de agosto del viernes.
Por si eso no fuera suficiente, los datos de la CFTC de Estados Unidos publicados el viernes indicaron que los especuladores mantenían una gran posición neta corta en el billete verde, cerca de máximos de casi una década.
El analista de oro Dhwani Mehta dijo en un post en FXStreet: "La confianza en los activos de riesgo y la dinámica del dólar estadounidense continuarán, ante los riesgos de coronavirus que se avecinan y la incertidumbre en torno al estímulo fiscal de Estados Unidos", lo que sugiere una prueba de la barrera crítica de 1.863 dólares para el metal precioso.
La OPEP prevé un aumento del suministro a corto plazo
Pero volviendo al petróleo: Mohammad Barkindo, secretario general de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) dijo, durante sus declaraciones en la reunión virtual de Ministros de Energía del G20, que las reservas comerciales de petróleo en el mundo desarrollado podrían mantenerse muy por encima de la media de cinco años en el tercer trimestre de este año.
"El equilibrio previsto de la oferta y la demanda propiciaría que las reservas comerciales de la OCDE se situaran muy por encima de la última media a cinco años en el tercer trimestre de 2020", dijo Barkindo refiriéndose a las reservas de petróleo de los países ricos agrupados en el marco de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.
Sin embargo, el secretario general de la OPEP cree que las reservas de crudo de la OCDE descenderán en el cuarto trimestre, alcanzando alrededor de 123 millones de barriles, o justo por encima de la media de cinco años.
Vitol descarta el repunte del petróleo en el cuarto trimestre
Vitol, el mayor operador de petróleo independiente del mundo, ve poco margen para un repunte petrolero en el cuarto trimestre, ya que la demanda global se está desacelerando debido a las nuevas restricciones relacionadas con el coronavirus, según Bloomberg. Chris Bake, miembro del comité ejecutivo del Grupo Vitol, dice: "La sabiduría convencional de cara al cuarto trimestre indicaba que las cosas iban a mejorar... no parece que tengamos un gran catalizador y la demanda es más incierta".
Varios países europeos han reimpuesto recientemente restricciones a los viajes y las reuniones sociales debido al resurgimiento de los casos de coronavirus en todo el continente.
Los precios del crudo registraron su tercera pérdida semanal de las últimas cuatro semanas el viernes, cuando los analistas advirtieron de un momento más sombrío para el mercado después de que el inesperado aumento de la producción de Libia, liberada políticamente, contribuyera a las preocupaciones en torno a la demanda.
El West Texas Intermediate de Nueva York, indicador clave para el precio del crudo de Estados Unidos, cerró la semana con pérdidas de un 2,1%. A las 6:39 horas (CET), el WTI se dejaba otro 1,2%, o 45 centavos, hasta 39,80 dólares por barril.
El crudo Brent, comercializado en Londres, el petróleo de referencia mundial, bajó 44 centavos, o un 1%, hasta 41,97 dólares a las 8:45 horas (CET). La semana pasada, el Brent se dejaba un 3%.
Desde la reunión de la OPEP+ de mediados de septiembre, que más o menos reafirmó los recortes de producción hasta finales de año, los precios del crudo se han movido en ambos sentidos.
Contribuye a este apoyo la noción de que los recortes de producción podrían equilibrar mejor el mercado, impulsados aún más por el descenso del crudo de Estados Unidos.
La situación de Libia se postula como nuevo quebradero de cabeza para la OPEP
También lastra el mercado el inesperado acuerdo de paz entre facciones de Libia que podría aportar hasta un millón de barriles más al mercado.
El Cuerpo Nacional de Petróleo de Libia ha dicho que espera que la producción aumente hasta unos 260.000 barriles al día, para la próxima semana, frente a los 100.000 barriles al día antes de que el bloqueo de sus puertos petroleros y yacimientos petrolíferos fuera levantado por las fuerzas aliadas del general renegado Khalifa Haftar.
Los analistas creen ahora que la producción total libia podría alcanzar los 550.000 barriles al día para finales de año y casi un millón de barriles al día a mediados de 2021. Todo eso para un país que no había exportado un solo barril desde enero debido a la guerra civil provocada por Haftar. En su apogeo en 2008, Libia producía casi 1,8 millones de barriles al día.
El cambio de la dinámica del mercado podría obligar a la OPEP a volver a la casilla de salida, para averiguar qué hacer con toda esa nueva oferta inesperada. Marco Dunand, cofundador y director ejecutivo de Murcuria, dijo a Bloomberg: "Observamos que hay una cantidad considerable de petróleo dirigiéndose a los barcos, al almacenamiento flotante. Estamos llenando tanto los petroleros como almacenamiento flotante como los tanques en tierra en septiembre. Se ha observado una desaceleración del proceso de reequilibrio global".
A principios de este mes, surgían informes de que los traders de materias primas estaban fletando más buques cisterna para almacenar petróleo crudo en alta mar, lo que despertó la preocupación en torno a que pudiéramos ver algo así como una repetición de esta primavera cuando cientos de millones de barriles de petróleo no pudieron venderse y tuvieron que ser arrojados a los buques cisterna porque el espacio de almacenamiento en tierra se había agotado. Tras finalizar los bloqueos, las ventas de petróleo comenzaron a mejorar, pero no las de combustible para aviones, que sigue siendo el peor componente de la demanda.
El oro acaba de experimentar su peor semana de los últimos seis meses
El oro, por su parte, está terminando su peor semana de los últimos seis meses, perdiendo casi un 5% la semana pasada, tras un golpe de su némesis, el dólar, que de nuevo resultó ser el campeón de la última ronda de aversión al riesgo global.
"Ésta ha sido una semana para olvidar para los alcistas de oro, la peor desde la crisis que tuvo lugar cuando el coronavirus irrumpió en los mercados financieros en marzo", dijo el viernes Ed Moya, analista de macroeconomía de la plataforma de trading online OANDA.
El oro al contado, que refleja las operaciones en tiempo real con lingotes, cerró la semana pasada con un descenso del 4,6%. A las 2:06 horas (CET), había bajado 5,84 dólares o un 0,3%, hasta 1.856,92 dólares.
En cuanto a los futuros, el oro de Estados Unidos para entrega en diciembre baja 5,48 dólares, o un 0,3%, hasta 1.856,92 dólares. Cerró la semana pasada bajando un 4,9%.
"El siguiente objetivo a la baja podría ser la pequeña zona de consolidación desde mediados de julio entre 1.794 y 1.847,34," decía el viernes Rajan Dhall, otro chartista de oro, en FX Street.
"Los indicadores siguen siendo bajistas, y el índice de fuerza relativa sigue abrazando el área de sobreventa".
A pesar de la aciaga semana, ambos indicadores para el oro mostraron una subida media anual del 20% en lo que va de año.
El oro podría bajar más, a la espera del debate del martes y los datos de empleo del viernes
Para los alcistas del oro, eso ha sido un reflejo de la fuerza de este refugio seguro frente a la adversidad. Para los bajistas ha sido una señal de que la venta del metal precioso era aún más beneficiosa tras el repunte del dólar.
Tras la caída allá por marzo, cuando se estrelló con las acciones en un choque de liquidación desencadenado por la novedad de los bloqueos del COVID-19, el oro experimentó una tremenda oleada al alza.
Desde que registrara mínimos de cinco meses en 1.451,50 dólares, el oro al contado registró máximos históricos de 2.073 dólares la primera semana de agosto.
Pero se topó con una fuerte resistencia a partir de entonces ya que el debilitamiento de otras monedas y las nuevas tensiones entre Estados Unidos y China impulsaron sin embargo el dólar como uno de los refugios más populares.
"Estamos viendo que gana terreno la aversión al riesgo, lo que significa que el dólar sigue fortaleciéndose y hay mucha presión sobre los precios del oro a corto plazo", explica Howie Lee, economista de OCBC Bank.
El índice dólar, que sigue la evolución de esta moneda con respecto a una cesta de otras seis divisas principales, baja un 0,2% hasta 94,537, frente a los máximos de dos meses de 94,795 registrados el viernes. El índice sube un 2% en términos semanales y casi un 3% más en el conjunto del mes, aunque sigue acumulando pérdidas de más de un 1% en términos anuales.
Los gráficos indican que es poco probable que la fuerza del dólar se sitúe muy por debajo del nivel de 94 esta semana, especialmente a la espera del debate presidencial del martes y las cifras de empleo del viernes.
El dólar podría subir si el oponente Biden, que lidera las encuestas, lo hace bien en el debate. El billete verde también podría subir si la cifra de creación de empleo no agrícola de agosto supera los 850.000 previstos tras el crecimiento de 1,37 millones de agosto.