La cotización del petróleo se ha mantenido durante todo el año 2017 en una condición de rango estructurado por la parte de arriba, siempre cerrándole el paso el precio de apertura anual y por la parte de abajo soportado perfectamente por el precio de apertura anual del año 2016. Técnicamente no ha presentado ningún aspecto relevante más.
Desde hace varias jornadas, observamos cómo la cotización del barril Brent se ha ido acercando con paso pausado pero firme de nuevo a los 56,68 que es su precio de apertura del presente año, el cual le ha ejercido fuerza de resistencia durante todo el periodo cada vez que ha intentado partirlo al alza.
En los gráficos se aprecia con claridad esta secuencia. Desde que a mediados del mes de agosto su cotización encontró apoyo firme y sólido en la zona psicológica de primer grado de los 50 dólares por barril, lo único que ha hecho su cotización es ascender con pie firme.
Debemos de estar muy atentos porque en este nuevo intento marcará el devenir de finales de año y si vuelve a ser rechazado en firme las caídas serán potentes buscando de nuevo la zona de los 50. Por el contrario, si observamos que su cotización consolida por encima de su precio de apertura anual, estaríamos hablando de podría estar abriendo la puerta para terminar el año en positivo.
El crudo Ligero que a lo largo del año cotizó prácticamente al mismo precio que el Brent poco a poco se ha ido quedando retrasado y para él, en estos momentos, sigue siendo clave la zona de consenso de los 50 dólares por barril.
Recordemos que su precio de apertura anual también le ha ejercido fuerza de resistencia durante todo el curso en los 53,79. De momento, se encuentra un poco alejado del mismo pero habrá que vigilar el comportamiento del Brent por si supera el suyo, porque entonces el ligero le puede seguir el rastro y alcanzar también el suyo.