El dólar australiano es una de las divisas que se han comportado con mayor fortaleza desde que comenzó la crisis económica. La buena salud del sistema financiero aussie, cuyo Banco Central se puede permitir el lujo de mantener altos los tipos en una situación global de incertidumbre, han favorecido la demanda de la divisa oceánica. Sin embargo, las últimas declaraciones de la cúpula del Reserve Bank of Australia nos hace pensar que se están planteando, por primera vez en los últimos años, llevar a cabo una bajada de tipos que hace menos atractiva a su divisa en su cruce frente al billete verde.
Además, técnicamente, tras la ruptura de los 1.06 dólares y superado el primer pullback, podemos buscar objetivos en la proyección del rango del doble techo, objetivos sobre 1.034 dólares, para un movimiento de cortos que debería producirse a lo largo de la semana favorable al dólar.