- El MULC argentino continúa cada día más presionado por el BCRA, con sus reiteradas intervenciones verbales para pedirles a las entidades bancarias información sobre lo que hacen o dejan de hacer, de una forma autoritaria que excede sus atribuciones. Y, por supuesto, esa insólita situación crea mal humor e incertidumbre permanentes, por no tenerse en cuenta ni aceptar que los problemas se originan y son consecuencia del sistema cambiario impuesto por el Gobierno y no de lo que hacen en el mercado los importadores y exportadores e, inclusive, los bancos por cuenta propia.
En ese sentido, la semana pasada hasta se llegó a traspasar un límite peligroso, al haberse vulnerado normas éticas intocables, que hacen a la esencia de la actividad. En efecto, con su ya habitual informalidad, funcionarios del ente monetario comunicaron a los corredores de cambio que debían reducir drásticamente su intervención en las operaciones entre bancos, hasta un máximo diario de sólo USD 30 millones. Y a ello se debió, entonces, el bajo nivel operado por el MEC a partir de ese día y, consecuentemente, se creó un ambiente desagradable e inestable que en nada favorece a la coyuntura, de por sí muy complicada también por otras causas.
Y pasando a otro tema, finalmente y tras arduas gestiones, el Industrial and Commercial Bank of China Limited aportó los USD 100 millones comprometidos para capitalizar al Standard Bank, tras haber sido autorizado por el BCRA a comprar el 80% de su sucursal en la Argentina, que ahora llevará el nombre de “ICBC Argentina”, pero reteniendo el Standard Bank Group el 20% del capital accionario restante. Y en aquel sorprendente nuevo escenario el MULC argentino terminó la semana pasada con cierta calma y parsimonia, mostrando a sus operadores muy preocupados por los hechos ocurridos.
Así, el total operado en las cinco jornadas entre entidades bancarias y cambiarias sumó USD 803 millones, con un bajo promedio diario de USD 161 millones, un 28% menor al del similar período anterior y un 121% más bajo que lo operado hace un año. Se debe destacar que debido a la situación comentada en los dos últimos días el MEC perdió un 126% del promedio que operó en las tres primeras jornadas. El Banco Nación fijo su precio vendedor de transferencia en $ 4,9960, con una suba de 0,2% en la semana. Las reservas del BCRA siguen bajando, sumando al cierre del jueves USD 42.401 millones, con una caída semanal de USD 247 millones. En el mercado de futuros de New York el peso/dólar quedó operado a un año de plazo a $ 6,6968, mostrando una tasa implícita anual del 34%.
SI EL EURO SIGUIERA SUBIENDO HABRÍA INTERVENCIÓN
PANORAMA INTERNACIONAL - El hecho más importante de la semana pasada ocurrió el jueves, tras la reunión del BCE en la que se decidió dejar las tasas de interés sin cambios, en el 0,75% anual. En la conferencia de prensa realizada posteriormente su presidente, Mario Draghi, afirmó que la apreciación de la divisa única es un signo de que la confianza retorna a la eurozona, pero aclaró que el BCE vigilará muy de cerca la evolución de los tipos de cambio, elemento que considera muy relevante para el crecimiento económico, dejando entrever una posible intervención en el futuro si la fortaleza del euro provocara un aumento de la inflación, que hoy se encuentra firmemente anclada por debajo del 2%.
Respecto al escenario económico, el presidente del BCE, subrayó que las perspectivas de la economía europea apuntan hacia una gradual recuperación en la segunda mitad de este año, pero alertó sobre el riesgo que entraña para esa reactivación los problemas políticos en algunos países y la lentitud en la implementación de sus reformas. Reiteró luego de que prevé una gradual recuperación a partir de la segunda mitad del año, apoyada por la política monetaria expansiva del BCE. Asimismo, Draghi corroboró la mejora en el sentimiento de los mercados y en la percepción de los inversores hacia la eurozona, lo que ha dado un balón de oxígeno a países como España, cuyos sectores público y privado han podido financiarse en las últimas semanas con mayor holgura y a precios más razonables. Sin embargo, señaló que los bancos continúan restringiendo el crédito, si bien, en un escenario en el que, además, la propia demanda crediticia es escasa, de lo que surge que a pesar de la mejora de las condiciones en los mercados, la liquidez sigue sin llegar a la economía real.
Como respuesta, el mercado cambió su sentimiento optimista y, entonces, el euro sufrió un fuerte y rápido derrumbe de más de 200 pips, hasta marcar en la figura de 1,33 dólares, tras haber cotizado ese mismo día un máximo de 1,3579 dólares por unidad. Mientras, del otro lado del Atlántico la semana finalizaba con una excelente noticia para la economía de los Estados Unidos. Durante el último mes de 2012, el déficit comercial se redujo cerca de un 21%, al nivel mínimo en dos años debido principalmente a las exportaciones de petróleo y aviones comerciales. En concreto, el déficit comercial mensual descendió a los 38.500 millones de dólares, desde los 48.600 millones en noviembre. Estos datos podrían significar que la economía estadounidense creció realmente en el cuarto trimestre y, por tanto, no se ha reducido un 1% como algunos vaticinaban. Al cierre del viernes en el mercado de New York el euro cotizaba a USD 1,3365.