Uno de los grandes beneficiarios de la deuda soberana de Europa y de la debacle bancaria han sido los precios de la vivienda alemana, que se han estado moviendo ligeramente al alza en el último par de años. Las instituciones financieras en el norte de Europa han estado desesperadas por prestar a los hogares alemanes, cuyos balances son generalmente sólidos y con menores niveles de endeudamiento que Europa del Sur. Las tasas de interés excesivamente bajas están contribuyendo a la demanda de préstamos, al igual que el aumento del empleo y un crecimiento saludable de los ingresos reales. El sector inmobiliario alemán también es considerado como un refugio seguro por los inversionistas con un alto patrimonio, no sólo en Europa sino también en Asia. Otros dos factores que presionan al alza a los precios de la vivienda son un rápido crecimiento de la migración a las principales ciudades alemanas desde ciudades pequeñas y zonas rurales.
A esto tenemos que unir el ritmo lento en nuevas construcciones. Como era de esperar, los precios de los alquileres también están aumentando rápidamente. Algunas de las ciudades más populares de Alemania como Berlín, Hamburgo y Munich han experimentado un alza en los precios de más del 10% respecto al año pasado. En contraste, hemos visto como los precios de la vivienda en España, Grecia y Portugal se han desplomado -dos dígitos en términos porcentuales en 2011. Por su parte, tanto el Bundesbank como el BCE están ya en estado de alerta, conscientes del peligro para la economía alemana si los precios siguen aumentando considerablemente.