Por Pinchas Cohen
América, la no tan económicamente bella
Puede que “América la bella” siga siendo uno de los himnos más conocidos de Estados Unidos, pero según el Fondo Monetario Internacional (FMI), la economía de Estados Unidos ya no es tan bella como lo fue una vez. La economía mundial ya no depende tanto de Estados Unidos, y más de la zona euro, China, Japón y Canadá.
Esto ocurre después de que el índice dólar haya alcanzado su cota más baja desde junio de 2016. La caída comenzó después de que los inversores apostaran en función de las esperanzas de los mercados en el recién elegido presidente Donald Trump.
Sin embargo, ese mismo Donald Trump declaró en una entrevista para el Wall Street Journal el 17 de enero, que el fortalecimiento del dólar "nos está matando” lo que, dicho sea de paso, se cargó el repunte del billete verde.
Desde entonces, los constantes y a menudo decepcionantes informes económicos han seguido haciendo descender el billete verde, incluso aunque Reserva Federal (Fed) intentara convencer a los inversores de que la inflación levantará su hermosa cabeza en cualquier momento. Cuando la presidenta Yellen de la Fed admitió finalmente lo que los inversores en dólares y bonos ya sabían —que la inflación no se recuperaba tan rápido como esperaba la Fed—, fue incluso peor para la divisa de Estados Unidos.
La puntilla sin embargo puede haber ocurrido a finales de junio, cuando el presidente Draghi del Banco Central Europeo (BCE) empezó a hablar de relajación de la política monetaria, a diferencia de Yellen que ya había mencionado la reducción del balance general de Estados Unidos. El euro se disparó hasta registrar su precio más alto desde el 24 de agosto de 2015 y su cierre más alto desde el 14 de enero de ese año.
Mientras que el FMI pronostica un crecimiento mundial del 3,5% para este año, estima un crecimiento de solo el 2,1% para Estados Unidos y no sólo para este año, sino para el próximo también.
China, la zona euro y Canadá avanzan
Esta estimación a la baja simplemente reajusta las expectativas en función de donde deberían haber estado desde el principio. La única razón por la que el FMI había esperado más de Estados Unidos fueron las previsiones sobre política fiscal con la administración de Trump. Sin embargo, en junio el FMI se unió a los traders de dólares y bonos del Tesoro cuando finalmente dejaron de confiar en que las políticas de Trump impulsarían el crecimiento.
Además, mientras la economía estadounidense se está contrayendo, las economías de otras naciones se expanden. Los pronósticos para China apuntan a un crecimiento del 6,7%, 0,1 puntos por encima de lo que indicaban las perspectivas económicas a escala mundial en abril. Para 2018, el pronóstico indica un más moderado 6,4%, aunque aun así 0,2 puntos más que hace tres meses.
El pronóstico para Japón subió 0,1 puntos hasta un 1,3%. Todo apunta a que la zona euro crecerá un 1,9%, 0,2 puntos más que hace tres meses y un 1,7% más en 2018, 0,1 punto más. Incluso se prevé que España, con todos sus problemas económicos, será un punto positivo para la eurozona durante estos dos años, con una previsión de crecimiento revisado hasta un 3,2%. Por último, parece que Canadá será líder de crecimiento económico este año, expandiéndose a un ritmo del 2,5%, subiendo la friolera de 0,6 puntos con respecto al mes de abril.
¿Último clavo en el ataúd del dólar?
El informe del FMI ha asestado un doble golpe al dólar. En primer lugar, confirma lo que los bajistas llevan diciendo todo el año. En segundo lugar, puede ser el último clavo en el ataúd del dólar.
Aunque el índice se ha desplomado casi un 10% desde diciembre, se ha movido arriba y abajo durante los dos últimos años. La cota más baja de todo ese tiempo se ha establecido en 91,92, mínimos de mayo de 2016.
Consideremos ése el último nivel en el que se puede esperar que haya demanda. Una vez sobrepasado ese nivel, no puede haber expectativa alguna de demanda hasta el nivel de 84,00-85,00.
Naturalmente, el nivel de 90,00 también debería aportar el apoyo psicológico de una cifra redonda. Sin embargo, si el precio deja atrás el nivel de 92, la implicación sería de al menos 800 puntos a la baja, lo que ha resultado cuadrar con el nivel de apoyo de 2013 y que sitúa al final el índice por debajo del supuesto nivel de apoyo de 90,00.
En el gráfico diario, las medias móviles encajan completamente con un patrón bajista, en el que los últimos precios son mucho más bajos que los precios más a la larga, en el gráfico semanal –ya que la moneda se ha movido en ambas direcciones a nivel macroeconómico–, el precio se situó por debajo de las medias móviles de 50 y 100 semanas, mientras éstos están en un patrón bajista.
Fijémonos en cómo la media móvil de 200 semanas apenas ha sobrepasado el nivel de soporte de 92,00, con prisas para defender la línea. Presumiblemente, se elevará hasta el nivel de 93,00 –para reflejar una reversión del rumbo del precio– que ha demostrado repetidamente ser un apoyo por encima de los mínimos absolutos de 92. Este nivel está marcado con una fina línea roja. El precio probablemente fluctúe antes de intentar situarse por debajo del último nivel de apoyo de los últimos cuatro años.
Estrategias de negociación
Los traders conservadores podrían estar preocupados por un posicionamiento en corto en el dólar, tras haberlo visto descender un 10% desde sus máximos de diciembre. Puede que esperen una reversión. Lo ideal sería que el precio volviera a retomar la tendencia a la baja de diciembre, pero eso es una cota muy alta y requeriría una reversión muy fuerte. Visto desde ese ángulo, se sitúa en 99,00, pero como desciende con el tiempo, una reversión completa de la línea podría desembocar en 97,00.
Los traders moderados podrían compartir algunas de estas preocupaciones y esperar una reversión también. Estarían contentos con una reversión hasta la línea de tendencia bajista actual, la más pronunciada desde el 7 de abril. Visto desde ese ángulo, se sitúa en 96,50, pero como desciende con el tiempo, una corrección al alza probablemente alcanzará el nivel de 95,50.
Los traders agresivos estarían encantados de posicionarse en corto tras una reversión hasta el nivel de apoyo psicológico de la cifra redonda de 95,00.
Los traders muy agresivos podrían posicionarse en largo ante una reversión, antes de ir en corto en los niveles de precio claves, o al ver aumentar la presión.