El Índice dólar, que mide la evolución de las principales divisas en comparación al transatlántico estadounidense, se acercó hace pocas fechas al rededor de los 89 puntos, cotas no vistas desde noviembre de 2014.
Si se compara con sus dos rivales más negociados (el euro y el yen japonés) se observan claras oportunidades de inversión largoplacistas valorando siempre la posible pérdida en relación con el beneficio que supondría que el precio llegara a nuestro objetivo.
En el gráfico semanal del EUR/USD podemos ver que la cotización se encuentra en la directriz bajista histórica que comienza en 2008, con lo cual se puede pensar en buscar recorrido a favor del billete verde antes de plantearse una posible reanudación o no de la tendencia alcista que comenzó en enero del pasado año.
En gráfico diario planteamos dos opciones, o bien se barren nuevos máximos para barrer ¨stops¨ y descender o bien ya estamos en pleno descenso, de igual forma pensamos que el próximo movimiento relevante de be ser hacia el ¨sur¨.
Llevando la comparativa al yen vemos que es un buen punto para intentar compras buscando una salida al triángulo alcista en gráfico semanal, donde coincide con el 61.8 de Fibonacci del retroceso de la subida que se produjo inmediatamente después a la victoria de Trump a finales de 2016.
En diario podemos ver más claramente como el 114 puede ser un objetivo rentable si situamos es stop loss por debajo de los mínimos recientes. Si por el contrario no puede con el mencionado 61.8 queda una puerta a nuevos mínimos.