Como si una película de Hollywood se tratase, el coronavirus ha hecho realidad lo que en multitud de ocasiones hemos visto en las típicas películas americanas. Ciudades desiertas, supermercados con las estanterías vacías, cierre de escuelas, centros de trabajo. ¿Hasta dónde va a llegar?
Muchos inversores especializados comparan esta crisis con la crisis bancaria de 2008. Personalmente, creo que es mucho peor. En 2008 había un problema monetario. Se colapsaba el sistema financiero, pero las instituciones tenían armas para enfrentarnos a ello. Bajada de tipos, liquidez en el mercado, medidas fiscales, etc. Pero la gente luchaba por ganarse el sueldo a final de mes. Era complicado, pero el problema era el dinero, y nuestro sistema financiero, podía tomar medidas para “arreglar” el problema. Los ricos seguían siendo ricos (quizá un poco menos), pero había consumo, e incluso mucho lo llegaron a clasificar como un momento de oportunidad.
Ahora la cosa cambia. El coronavirus afecta a todos por igual, ricos y pobres, y el miedo ya no es por no llegar a fin de mes. El miedo es por la vida. Quizás no por la nuestra, pues está demostrado que la tasa de mortalidad para gente joven es muy baja, pero sí para la de nuestros mayores, o mucho peor, para nuestros hijos, pese a que el impacto en ellos sea prácticamente nulo.
Esa es la gran diferencia, el hecho de temer por nuestra vida o la de los nuestros es el factor clave que hace que la economía se detenga. El consumo se va a reducir considerablemente, y por mucho dinero que inyecten los bancos centrales no va a servir de catalizador para reactivar la economía.
¿Y llegados a este punto, qué pasa con los mercados? Pues que las caídas son históricas día tras día. Pero no nos equivoquemos, el problema no es el coronavirus en sí. La tasa de mortalidad es muy inferior a la de una gripe común, que deja miles de fallecidos en el mundo cada año. El problema está en el pánico que se ha infundado en los mercados, ya de por sí diría que sobrecalentados, en los que todos esperábamos una caída. El coronavirus inicialmente supuso la excusa para justificar dicha caída (los inversores siempre necesitan una causa para justificar lo que el mercado nos muestra).
El pánico se ha instaurado en el mercado, y como todos sabemos, es lo peor que le puede pasar al sistema financiero (o lo mejor para algunos pocos, que sepan aprovechar la gran oportunidad que les suponen estas caídas si operamos en corto).
Entonces, ¿cuándo se van a dar la vuelta los mercados? Pues desde mi punto de vista no queda mucho. Creo que durante la semana que viene aún veremos alguna caída importante, hasta que el pánico cunda totalmente en la sociedad a nivel mundial. En ese momento, sin ninguna razón aparente, el mercado volverá a subir. Ese será el momento de comprar. Se espera un importante rebote que haga olvida el coronavirus, a lo que se añadirá la llegada del buen tiempo, donde se reducirán los casos, e incluso encontrarán una vacuna para su cura. Cuando todo vuelva a la normalidad y regrese el optimismo en el mercado, entonces es cuando debemos estar alerta, pues es posible que entonces llegue una gran corrección.
Recordad que el ser humano por naturaleza siempre intenta encontrar una justificación racional a los sucedido en el mercado, y el aspecto psicológico es más importante que cualquier sistema de trading. Cuando todos estén tranquilos, preparémonos para lo peor.