Si lo que pretendía la Reserva Federal (Fed) estadounidense con su sorprendente actuación de AYER era calmar a los inversores, el efecto que logró fue justamente el opuesto. Por primera vez desde octubre de 2008, en plena crisis financiera, el banco central de EE.UU. adoptó una decisión sobre tipos fuera de las reuniones que periódicamente mantiene su Comité de Mercado Abierto (FOMC). Es más, decidió bajar sus tasas de interés de referencia en medio punto porcentual sin esperar dos semanas, cuando está prevista la próxima reunión del mencionado comité. Además, la decisión de bajar los tipos AYER fue unánime. Si bien es verdad que el mercado venía exigiendo a la Fed una actuación de este tipo -los futuros daban a la misma una probabilidad del 100%-, la actuación de AYER de la Fed sorprendió a propios y extraños.
Es más, no gustó, generando fuertes dudas entre los inversores que se preguntan ahora qué es lo que sabe la Fed que no sabe el mercado en relación a la epidemia de coronavirus, en una etapa muy inicial en EE.UU., y su posible impacto en la economía del país. Antes, por la mañana, los ministros de Finanzas de los países del G7, tras haber mantenido una conferencia telefónica en la que intervinieron los presidentes de los bancos centrales de estos países, habían optado por no adoptar ninguna decisión concreta, emitiendo un comunicado “amenazando” con tomar medidas de ser necesario, comunicado que hizo más sorprendente la posterior decisión de la Fed. El resultado fue un fuerte giro a la baja de las bolsas estadounidenses, cuyos índices cerraron la jornada con amplias caídas, cediendo gran parte de lo avanzado en la sesión del lunes. En Europa, los índices también se giraron a la baja, aunque fueron capaces de mantener una parte sustancial de las ganancias acumuladas durante las primeras horas de la sesión, terminando el día con significativos avances, pero muy lejos de sus niveles máximos del día.
A estas alturas, lo que realmente nos parece más sorprendente, y más nos preocupa, es el hecho de que, si como vienen comunicando todos los epidemiólogos, los efectos del Covid-19 en la población son similares a los de una epidemia de gripe fuerte, que afecta con mayor virulencia a los mismos colectivos: las personas inmunodepresivas, las personas con otras patologías graves y las personas de mayor edad, por qué se está tratando la misma de otra forma. Es más, en Europa los gobiernos están actuando de forma muy diferente ante la propagación del virus, con Alemania, Austria, España y los países escandinavos haciéndolo de forma más moderada y racional, con objeto de hacer el menor daño posible a la economía y ante la imposibilidad de contener del todo la propagación del virus, tarea que se nos antoja quimérica, mientras que los gobiernos de Italia, Francia, Reino Unido o Suiza están siendo más expeditivos, siguiendo los pasos de China, anulando espectáculos y/o metiendo en cuarentena a ciudades enteras. Todo ello está generando muchas dudas entre la población, mientras que los inversores comienzan a dudar de que dispongan de toda la información. Estas dudas se están trasladando a unos mercados, donde la volatilidad, producto siempre de la incertidumbre, campa a sus anchas.
HOY esperamos que las bolsas europeas abran sin una clara tendencia, posiblemente planas, y ello a pesar de la fuerte caída de AYER de las bolsas estadounidenses. En ese sentido, señalar que esperamos que varios factores jueguen a favor de las bolsas europeas cuando abran por la mañana, e impidan que sigan la estela de Wall Street: i) el comportamiento mixto de las bolsas asiáticas, favorecido por las noticias de que el virus parece que está siendo contenido en China y de que el Gobierno de Corea del Sur planea implementar un plan de choque por importe de 10.000 millones de dólares para contrarrestar el impacto negativo en su economía de la propagación del virus; y ii) el sorpresivo resultado obtenido por Joe Biden, ex vicepresidente de Obama, en el “super martes” electoral demócrata, donde ha batido en muchos estados al favorito, el autodenominado socialista democrático Bernie Sanders, lo que ha provocado una fuerte reacción al alza de los futuros de los principales índices bursátiles estadounidenses. En ese sentido, señalar que Wall Street no quiere saber nada de Sanders, al considerar gran parte de sus propuestas contrarias al libre mercado y perniciosas para el crecimiento de la economía del país.
Por lo demás, comentar que durante la sesión de HOY se publicarán en Europa y EE.UU. las lecturas de febrero de los muy relevantes índices adelantados de actividad de los sectores de servicios, los PMIs y los ISM, indicadores que nos servirán para comprobar si la epidemia provocada por el Covid-19 ha comenzado ya a afectar a las principales economías desarrolladas, especialmente a EE.UU. Recordar que la lectura preliminar de febrero del PMI servicios de EE.UU. apuntó a una ligera contracción de la actividad en relación a enero. Es por ello que los inversores estarán muy atentos a la publicación del ISM no manufacturero, índice similar pero que es mucho más seguido por los mercados. Una lectura por debajo de 50 puntos de este indicador en febrero haría saltar todas las alarmas, las pocas que quedan sin hacerlo tras la sorprendente actuación de AYER de la Fed.