Esta podría ser perfectamente una conversación cualquiera entre dos traders. De hecho, lo fue y yo tan solo fui un mero espectador improvisado y en primera fila.
Al primero, por razones obvias, lo denominaré Pepito, y es un aspirante a trader. Al segundo de ellos, el del “laboratorio”, le voy a llamar Juanito. Lleva varios años trabajando en los mercados, pero no acaba de dar con la operativa que le lleve a los resultados esperados.
Ambos se encontraron en el hall de un hotel al que acudieron para la presentación de un nuevo broker que quiere abrirse un hueco en el país donde residen y en el descanso del evento empiezan a hablar:
Pepito: - ¿Hola, Juan, como estás? ¿Qué tal llevas las inversiones? ¿Te dedicabas al trading intradiario, verdad? ¿En qué estás trabajando ahora, que tú siempre estás cambiando y liado en cosas de estas, verdad?
Juanito: - Pues mira, precisamente hace pocas semanas estuve desarrollando nuevamente un sistema de trading que fuera infalible a los vaivenes del mercado, puesto que un amigo mío conoce a un respetado trader americano que había estudiado mucho en un sistema que era ganador. Él lo estaba compartiendo con sus amigos traders más cercanos.
Pepito: - Cuenta, cuenta, ¿de qué se trata? ¿En qué se basa ese sistema ganador?
Juanito: - Verás, es muy sencillo. Toda su operativa se reducía a un indicador basado en una media y un oscilador que era la leche. Lo vendía muy barato y yo lo empezaré a tradear la semana que viene.
Cuando empecé a escucharlos me llamó la atención el cómo se hablaban y estaban muy entusiasmados en la conversación.
Mientras me dispuse a seguir atento a la charla que mantenían, uno de ellos me dirigió unas palabras para que les acompañara en la misma. Lógicamente acepté y de buen grado.
Juanito: - Pues como te decía, Pepito. Mi amigo me dijo que era una operativa que te permitía tomar unas cuatro operaciones al día y que los números parecen muy buenos.
Pepito: - Qué bien, entonces. ¿Pero esos indicadores los puede adquirir cualquiera? Quiero decir, si esa operativa es accesible a cualquier persona que sepa un poco, ¿cómo funciona esto?
Juanito: - Sí, pero mejor ya te lo pasaré que quiero ver algo más y ya te diré qué tal. Pero sí, tienen página web y todo. Yo los sigo por el twitter y son la leche.
Pepito: - Perfecto, qué bien que te haya encontrado hoy aquí, ¿verdad?
Estuvimos charlando veinte minutos más mientras tomábamos café y el tentempié que nos sirvieron.
Más tarde, recapacité sobre lo que habían estado hablando y me surgió una pregunta que me dio pie a escribir este artículo. Lo encontré muy interesante y reflexioné sobre ello.
Vamos a ver, qué manía tenemos de seguir buscando cosas y sistemas, indicadores, osciladores, medias… y métodos varios para meternos de lleno a ello sin saber nada a fondo de eso nuevo que metemos en cualquier sistema. Es un error querer operar en real solamente sabiendo que es un sistema consistente y ganador, o eso nos dicen. Y que solo tendremos que comprar unos indicadores y a operarlos. Que ahora sí que sí.
Que noooo, que no debemos ir por ahí. Por eso me he atrevido a bautizarlo como el sistema CHIMPANCÉ. Siempre vamos de árbol a árbol cambiando y saltando de un sitio a otro. Introduciendo nuevas cosas, cambiando la operativa y buscando nuevamente.
Hemos tratado cosas que nos ayudan a estar alineados en eso en otros artículos como el del backtesting, o el que trabaje nuestro sistema, o incluso valorar el factor tiempo.
Quizás debiéramos centrarnos un pelín más y mejorar nuestro propio sistema. De hecho, ¿no es eso lo que queremos desde el principio? Y, por supuesto, hacer crecer nuestras cuentas.
Pero tan solo hemos puesto en valor que absolutamente todo debes valorarlo previamente y si te aporta algo, pruébalo. Pero si solo es para ir seguir saltando de rama a rama y como diversión o buscando el sistema infalible, recuerda que el mejor sistema es el SISTEMA CHIMPANCÉ. Pero que, a menudo, ese sistema quizás no te ayude demasiado a seguir avanzando.
Tan solo reflexiona y decide tú, no lo que diga tu amigo que le ha dicho el primo de su vecino. Solo es una opinión.