Los bancos son imprescindibles para financiar el crecimiento económico. Pero también lo son para proporcionar servicios financieros necesarios y gestionar el ahorro de los agentes económicos. Los ingresos que obtienen los bancos se derivan básicamente de este doble objetivo que persiguen con su actividad: préstamos y servicios financieros.
Los últimos datos publicados por la EBA referidos al primer semestre del año muestran como la banca europea ha recuperado más rápido los ingresos por la prestación de servicios financieros frente al margen de intereses en un entorno de tipos oficiales nulos, considerando como base 100 los niveles de finales de 2014.
Los ingresos por comisiones se derivan de un amplio abanico de servicios que proporcionan los bancos, incurriendo las entidades en inversiones y costes para proporcionarlos. La transformación digital en que se hayan inmersas las entidades de crédito a nivel mundial son un buen ejemplo del esfuerzo inversor para responder de forma eficiente a la demanda de los clientes.
Los ingresos por comisiones de los bancos españoles están muy por debajo del nivel promedio europeo. Y son también inferiores a los niveles de sus competidores en los principales países de la zona euro.
Un estudio publicado por Deloitte a finales de julio concluía que en España se proporcionan más servicios financieros que Europa, a través de diferentes canales y a un precio mucho más reducido. De hecho, dos de cada tres servicios financieros proporcionados por nuestras entidades son gratuitos. Y en parte lo pueden hacer porque son de las más eficientes en Europa.
La decisión final sobre el precio por los servicios financieros que proporciona cada banco va a depender de la estructura de costes de la entidad y de su política comercial. Y todo ello bajo un esquema de transparencia y de elevada competencia como el existente en los bancos españoles.