Tras la tempestad de agosto, en septiembre, ha llegado la calma a las bolsas internacionales. Acumulan su tercera semana consecutiva de subidas. Algunos índices se acercan a sus máximos de 2019 como es el caso del $&P 500, que está a 18 puntos de alcanzarlo, tras la subida de casi un punto porcentual de la semana pasada. Y otros, como el EuroStoxx 50, lo han superado gracias a la última subida semanal del 1,57%. Por otro lado la apetencia por los activos de riesgo han llevado a los bonos a perder terreno, elevando moderadamente su tires las últimas semanas.
La calma viene ayudada por una suavización de las tensiones ante el riesgo de recesión. Los fenómenos que nos abocaban a un ciclo recesivo han perdido intensidad. Los vientos del norte que amenazaban con un Brexit caótico han sido obstaculizados por el propio parlamento británico. La ola de frio que amenazaba con dejar helado el comercio mundial, debido a la guerra arancelaria, parece reducir virulencia gracias al reinicio de conversaciones, esta misma semana, entre China y EE.UU.. Además los bancos centrales han decidido meter más leña en las calderas con lo que la sensación térmica ahora parece más agradable.
Pero de momento debemos tener clara la idea de que lo que vivimos es una sensación y que no estaría de más prevenir, y estar atentos al parte meteorológico, por si la amenaza de “Winter is coming” llega a materializarse nos encuentre pertrechados con un buen equipamiento.
La pasada semana el Banco Central Europeo cumplió el guion reduciendo el tipo de la facilidad de depósito hasta el -0.50% pero añadió edulcorante para la banca, sector más perjudicado por esta medida. Estableció un sistema de compensación con escalonamiento en el tipo de la facilidad de depósito que deja exenta en parte la liquidez de los bancos. Además apuntó unas condiciones más generosas en las condiciones de inyecciones de liquidez a la banca a través del TLTRO III. El sector financiero respira un poco más aliviado y podríamos ver una ligera recuperación de sus valoraciones los próximos días debido a que se descontaba un escenario más negativo tras el BCE.
Esta semana es el turno de los otros tres bancos centrales relevantes. Conoceremos las medidas de política monetaria y tipos de interés del Banco de Japón, del Banco de Inglaterra y de la Reserva Federal de EE.UU. Se espera una nueva bajada de tipos de la Fed. Bajará nuevamente un cuarto de punto. Debemos estar atentos a los mensajes en las ruedas de prensa tras las reuniones de esos tres bancos. Tanto sus decisiones sobre los tipos o medidas expansivas, así como sus proyecciones para el futuro tienen capacidad de influir en el comportamiento del mercado esta semana.
La cercanía de los máximos del año nos hace pensar que el rally de estas tres últimas semanas puede haber llegado a su fin. Tras los bancos centrales, y sin mayores referencias a corto plazo, la toma de beneficios puede ser la protagonista en el mercado las próximas semanas. En cualquier caso la temperatura volverá a venir marcada por los mensajes que lancen las dos grandes potencias económicas mundiales sobre el clima de su conflicto comercial. El viernes de esta semana tendrá lugar el vencimiento trimestral de derivados en lo que se llama la cuádruple hora bruja y que habitualmente genera volatilidad en los mercados.
Actualmente estamos en un momento adecuado para que el inversor moderado analice su posicionamiento y aproveche para robustecer su cartera. Las gotas frías llegan cuando todavía es verano y no hay peor mal que el arrepentimiento. El inversor agresivo puede aprovechar el mercado lateral que podríamos encontrarnos para cazar oportunidades en el rango bajo de las cotizaciones.