Una actividad tan seria como son las inversiones financieras, en las que no nos jugamos canicas, precisamente, requiere de muchas cosas pero ante todo seriedad.
En el trading no tienen cabida expresiones típicas como “tirarse al río” o “el que no arriesga no gana”. Si pretendemos tener resultados profesionales, hemos de actuar como tales. En alguna ocasión habrás tomado una operación porque sientes una corazonada o tal vez hayas decidido aplicar la intuición en algunas decisiones. Estas prácticas están al nivel de peligrosidad que es operar impulsivamente o entrar en modo revancha.
A estas prácticas comúnmente se les llama chapuzas y vienen a significar un trabajo mal hecho y sin esmero. Todos hemos cometido errores, pero cuando se vuelven a repetir una y otra vez, anulando por completo las normas de nuestro sistema (esas que pones tú), hay un problema de base y precisamos encontrarlo.
¿Por qué nos desviamos de lo que realmente tenemos que ejecutar y dejamos la operativa en manos de nuestro inconsciente?
Suele existir una clara falta de concentración en lo que se hace, bien por agotamiento, aburrimiento o ansiedad. Encontrar el foco del problema será nuestro objetivo y eso no se conseguirá si no logramos estar en el presente, operando desde la consciencia y poniendo a trabajar a nuestro observador interior. Hablamos de algo que no se explica en los libros ni cursos de análisis técnico. Estamos entrando en la psique de cada operador, en su forma de ser, pensar y actuar. Por lo tanto requiere de implicación por su parte para trabajar en estos aspectos.
Aunque antes de entrar en temas más profundos me gustaría decirte que si te sientes aburrido o, por el contrario, buscas ocio o emociones mientras operas, mejor será que apagues el ordenador y busques saciar esas necesidades con otra actividad: lee, estudia, revisa tu estrategia o haz algo de provecho, pero no pagues en el trading las carencias o preocupaciones personales. Tu bolsillo y estado de ánimo lo agradecerá.
Lograr conocerse e identificar cuando estamos distanciándonos del programa establecido va a costar. Hay que tener la valentía y decisión de querer conocerse uno mismo, hablo en términos de personalidad. Saber cuál es tu estructura mental y por qué reaccionas de determinada forma ante los acontecimientos y emociones. De esta forma podrás comprender cosas, no solamente acerca del trading, sino de tu propia existencia y vida en general.
Cuando uno ha entrenado la capacidad de visualización propia es capaz de detectar en qué momento no está en condiciones de seguir operando y, por supuesto, tiene la habilidad y disciplina para dejarlo cuando uno quiere. A este nivel se llega cuando realmente se ha entendido que el trading es tan solo eso, trading. Que aparte y por delante de ello existen otras muchas prioridades en la vida del operador y que si no tiene ciertas áreas de la vida equilibradas, su desempeño en los mercados se tambaleará.
Te animo a que indagues en lo que acabamos de hablar. Sé que son términos que cuestan de digerir y requieren de un análisis con calma, pero estoy seguro que recurrirás a ellos tarde o temprano.