Las presentaciones de la presidenta de la Reserva Federal (Fed), Janet Yellen, y el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, concitan la atención de los mercados en la sesión del miércoles.
Si bien no se esperan novedades relevantes por parte de los funcionarios, sus discursos suelen generar impacto en las monedas principales. El euro, por caso, llega con algún signo de fortaleza al miércoles, aunque en un rango de precios muy estrecho en su cotización con el dólar. La superación de 1,1235, primera resistencia de importancia, podría extender sus por ahora modestas ganancias a la zona de 1,1265.
En tanto, la libra esterlina parece recuperarse de sus mínimos de la semana, y vuelve a ponerse por encima de 1,30, con una perspectiva alcista para el resto del día. El quiebre de 1,3030, fuerte resistencia, tendrá un nuevo objetivo en una línea de tendencia bajista dominante en el gráfico de 4 horas, que pasa por 1,3075. La superación de dicho nivel pondrá a la libra en posición alcista para el resto de la semana.
El yen y el franco suizo, sin cambios, y las monedas vinculadas al petróleo con comportamiento dispar; si bien el dólar canadiense cae como consecuencia de la fuerte baja del petróleo del martes, el peso mexicano se recupera después de haber estado a centavos de quebrar las 20 unidades el lunes. El peso se encuentra ahora sujeto no solo al petróleo y a los vaivenes de la economía mexicana, sino también a las elecciones de Estados Unidos.
Apropósito, es notable la reacción de la bolsa de Nueva York -al alza en este caso-, ante lo que los medios consideran un triunfo de la candidata demócrata Clinton sobre el republicano Trump en el debate del lunes pasado. Siguiendo este hilo, es claro que si ganan los demócratas la fiesta bursátil se extenderá en el tiempo, la Fed mostrará menos apuro aún -lo cual ya es mucho- para normalizar los mercados, y el dólar no tendrá un 2017 del todo feliz.
Si gana Trump, pues sería bueno comenzar a ver por donde puede explotar la burbuja de las acciones, con máximos históricos en una economía que recién hace un año salió del todo de la crisis de 2008.