El PIB real del cuarto trimestre de 2017 de Japón subió un 0,1% intertrimestral y un 0,5% interanual, por debajo de las expectativas de un aumento anualizado del 1,0%. Sin embargo, la economía japonesa ha experimentado dos años de crecimiento. En un cambio marginal, el consumo privado aumentó un 0,5% intertrimestral, lo que sugiere que los hogares tienen cada vez más confianza en las perspectivas económicas.
El yen continúa apreciándose, mostrando un comportamiento general bastante confuso. La relación histórica entre el USD/JPY y los rendimientos se ha desacoplado por completo. Durante el reciente período de volatilidad, los operadores de divisas han favorecido a las monedas refugio como el JPY y el CHF, como así también al EUR.
Sin embargo, la volatilidad ha disminuido considerablemente, ya que las expectativas sobre los tipos de interés de EE.UU. reveladas por el punto de equilibrio a 10 años han caído. Los líderes del Gobierno japonés confirmaron su confianza en el gobernador del Banco de Japón, Kuroda, reforzando las expectativas de que será nombrado por un segundo mandato, algo poco común.
Es evidente, a partir de los datos de hoy, que el crecimiento ha regresado, pero apenas con la fuerza suficiente como para exigir la atención de los inversores (teniendo en cuenta la especial relación inversa entre la fuerza del yen y el crecimiento de las exportaciones). La “línea en la arena” del USD/JPY en 107,30 no pudo dar mucha pelea.