Como era de esperar, el BCE mantuvo sus tasas estables ayer en el 0% por decimoséptimo mes consecutivo. La reunión del BCE tuvo lugar en un contexto de fortalecimiento de la moneda única. El par EUR/USD ha alcanzado el nivel de 1,16 por primera vez en dos años.
El presidente del BCE, Mario Draghi, se mostró moderado, sin duda en un esfuerzo por calmar a los mercados financieros y frenar la apreciación del euro. Los mercados no se lo creyeron y siguen creyendo que un ajuste adicional está en la hoja de ruta y este sentimiento está impulsando en gran medida al euro-dólar.
Si bien mencionó en junio que la política monetaria del BCE seguiría la recuperación de la zona euro, lo que en ese momento ya había sido interpretado como moderado por los mercados, ayer se mostró preocupado por la trayectoria de inflación de la eurozona. Mencionó que la actual flexibilización cuantitativa se podría incrementar. En otras palabras, se podría comprar un mayor volumen de bonos y con una mayor duración.
En nuestra opinión, esto es poco probable. Creemos que la escasez de bonos en los mercados evitaría tal posibilidad y la intervención verbal de Draghi fue más bien un intento de devaluar el euro. En la próxima reunión de septiembre se discutirá la compra de bonos y está claro que el programa se mantendrá sin cambios hasta su vencimiento en diciembre, sólo porque el BCE no puede aumentarlo. La moneda única está definitivamente en su camino al alza.