El riesgo en las operaciones continuó impulsando al activo al alza con baja liquidez. Diablos, incluso los commodities y el Bitcoin ha tomado un tono ligeramente alcista. Las acciones han subido durante tres días seguidos dado que el miedo a un colapso de la moneda turca se ha desvanecido y el plan de las conversaciones sobre mayores aranceles entre los EE.UU. y China deberían comenzar a lo sumo el miércoles.
Los mercados están a la espera de que los comentarios del presidente de la Fed, Jerome Powell sobre el tema principal del simposio “Cambio de la estructura de mercado y sus implicaciones para la política monetaria”. Los bonos del Tesoro de EE.UU. se han movido al alza mientras se afianzan los informes sobre el hecho de que el presidente Trump ha tenido problemas con el enfoque de la política monetaria de Powell y la velocidad de la subida de tipos.
El aplanamiento de la curva de EE.UU. y la expectativa de una ruptura política han proporcionado una oportunidad para liquidar la sobrecompra del USD. El EUR/USD ha registrado un rebote de recuperación hacia 1.1530, lo que ha indicado potencialmente el fin de la fortaleza desenfrenada del billete verde. El USD necesitaría un cambio significativo de línea dura (que no anticipamos) para la revisión de precios adicional de la curva a futuro. En este punto, el sentimiento en Europa se ha desplazado de la fatalidad y el pesimismo de la semana pasada a una perspectiva más positiva (las operaciones de verano son bienvenidas).
Los operadores restaron importancia a la noticia de que Moody´s retrasaría la realización de la revisión de Italia, que está claramente justificada. Esta medida podría tener un efecto mayor cuando de hecho se publique. Sin embargo, por ahora esto pone de relieve que la ignorancia de los mercados equivale a felicidad. Además, en Europa el mercado celebró la terminación para Grecia de su programa de préstamos de emergencia de tres años de la zona euro por valor de 70.800 millones de dólares.
Si bien el resultado inmediato es bueno, según nuestra opinión el pronóstico a largo plazo sigue siendo muy incierto. Con la agobiante deuda pública al 180% del PIB y ningún esfuerzo de los acreedores europeos para colocar a la economía de Grecia sobre una base sólida, optando en lugar por recibir el pago, el panorama se ve preocupante. Sin embargo, por ahora seguimos con una postura constructiva de que el euro se moverá al alza mientras que el USD seguirá disminuyendo.