Con el permiso de las tensiones comerciales que llegan hoy a una difícil (seguramente) reunión del G7 en Canadá, todo el foco del mercado está puesto en los bancos centrales, con los inversores anticipando que habrá una subida de tipos de interés por parte de la Reserva Federal (Fed) el miércoles, la segunda de la era Jerome Powell, después de que la inflación se haya situado ya cinco décimas por encima del objetivo del 2% de la institución.
Al mismo tiempo, el mercado ya descuenta que el Banco Central Europeo (BCE) empezará por fin a mandar mensajes claros sobre el tapering (finalización del programa de compras mensuales de activos previsto para septiembre), después de que así lo hayan anticipado esta semana tanto el presidente del Bundesbank, Jenns Weidmann, como el economista jefe del organismo, Peter Praet.
Estos mensajes que han alimentado esta semana al euro y disparado la probabilidad que otorga el mercado a que veamos una subida de tipos de interés en la eurozona en junio de 2019, hasta el 70% desde el 32% marcado hace una semana.