La ronda de Ottawa de la negociación del TLCAN se ha vuelto desagradable. La primera víctima ha sido el espíritu impulsor de la globalización y la cooperación, reemplazado con un fuerte sesgo proteccionista. En este entorno negativo, los errores estaban destinados a ocurrir. El MXN fue sacudido (a pesar de la amplia fortaleza de los diferenciales de los mercados emergentes) a raíz de la noticia de que el ministro de Finanzas de México, Meade, estaba desarrollando alternativas comerciales y medidas arancelarias en caso de que las negociaciones del TLCAN se desintegraran.
Se suma a ello la asistencia de Estados Unidos mediante la inclusión de una “cláusula de extinción” que permita la renegociación del acuerdo cada cinco años. Los rumores han plagado las discusiones sobre el hecho de que Trump estaba teniendo conversaciones paralelas con el canadiense Trudeau sobre posibles acuerdos bilaterales.
Las partes desestimaron rápidamente la noticia como “falsas”, afirmando que era fundamental asegurar un acuerdo multilateral entre las tres naciones. Sin embargo, la óptica del sonriente Trudeau y las muecas de Meade lo dicen todo. En nuestra opinión, la probabilidad de que el golpe complete la ruptura del TLCAN ha aumentado significativamente.
Se espera una mayor depreciación del MXN, ya que los mercados no han incorporado plenamente la prima de riesgo necesaria. La ruptura del TLCAN fue un tema popular en la campaña de Trump y sigue siendo un área sobre la que el presidente tiene un control casi total. El quiebre del promedio móvil de 200 periodos del USD/MXN sugiere una extensión del impulso alcista hacia la resistencia de triple tope en 19.25.