En lo que únicamente puede calificarse como un presupuesto altamente politizado, el Presidente Obama ha enviado al Congreso un documento que incluye subidas significativas de impuestos a los ricos junto con un aumento del gasto del Gobierno. Si este presupuesto fuera aprobado ( las posibilidades son nulas), entonces, los más acomodados sufrirían mayor carga financiera, revirtiendo la era de Bush de rebajas fiscales para aquellos con ingresos superiores a USD 250K por año, unos impuestos mínimos para aquellos de más de USD 1m por año y un incremento importante en los impuestos sobre dividendos para los más ricos ( desde el 15% actual hasta un 39.6%).
Desafortunadamente, una vez más, no hay ninguna intención para equilibrar la protuberante obesidad fiscal Americana. El déficit este año está previsto que alcance USD 1.33trln, representado un 8.5% del PIB. Será el cuarto año consecutivo en el que el déficit se sitúe por encima de 1 USD trillion. El pronóstico para la deuda pública se dispara hasta USD 18.7trln para 2021 o un 77% del PIB.
No nos sorprende que el presupuesto de Obama haya sido programado por fiscalistas conservadores que, al mismo tiempo, reconocen la baja probabilidad de que dichas medidas vean la luz. En primer lugar, nunca serán tramitadas antes de las elecciones del 6 de Noviembre. Y, en cualquier caso, hay otras presiones fiscales tales como, qué sucederá con los recortes automáticos por valor de USD 1.2trln que se suponía iban a producirse, o la cuestión sobre el aumento del techo de la deuda que causó un terrible pelea en verano.
En claro contraste con muchos países europeos, América continúa en la “negación fiscal”, para disgusto de los inversores internacionales. Sin embargo, América consigue todavía sobrellevarlo, en parte porque es todavía la mayor divisa fiat.
Desafortunadamente, una vez más, no hay ninguna intención para equilibrar la protuberante obesidad fiscal Americana. El déficit este año está previsto que alcance USD 1.33trln, representado un 8.5% del PIB. Será el cuarto año consecutivo en el que el déficit se sitúe por encima de 1 USD trillion. El pronóstico para la deuda pública se dispara hasta USD 18.7trln para 2021 o un 77% del PIB.
No nos sorprende que el presupuesto de Obama haya sido programado por fiscalistas conservadores que, al mismo tiempo, reconocen la baja probabilidad de que dichas medidas vean la luz. En primer lugar, nunca serán tramitadas antes de las elecciones del 6 de Noviembre. Y, en cualquier caso, hay otras presiones fiscales tales como, qué sucederá con los recortes automáticos por valor de USD 1.2trln que se suponía iban a producirse, o la cuestión sobre el aumento del techo de la deuda que causó un terrible pelea en verano.
En claro contraste con muchos países europeos, América continúa en la “negación fiscal”, para disgusto de los inversores internacionales. Sin embargo, América consigue todavía sobrellevarlo, en parte porque es todavía la mayor divisa fiat.