Y si así lo es, entonces ¿Cómo podemos convertir nuestra mente en una herramienta a nuestro favor? Comencemos por el principio.
En mis primeros años invirtiendo y especulando en los mercados de divisas y acciones, me sentía paralizada por el miedo de tomar una decisión errada y que esto significase un retroceso en mi cartera, quedaba literalmente bloqueada, no podía presionar el mouse, solo de imaginar los distintos escenarios posibles con resultados negativos y las consecuencias que eso me traería, y es que deseaba desde el fondo de mi ser lograr ser rentable.
No había otra cosa, era ¡ser rentable o rendirme!
Eran sentimientos opuestos, estaba entre el deseo del logro y el miedo constante al fracaso ¿Cómo pude salir de este ciclo?
Te contaré lo que hice y lo que puedes hacer tú, si te sientes en este momento muy similar.
La mente es un lugar fascinante, tiene una capacidad de enfoque y concentración inmedible, puede focalizar toda su energía en un punto en el espacio si así lo deseas, también puede reproducir cualquier película que, a través de imágenes, creas en ese espacio que llamamos imaginación.
En aquellos momentos de alta frustración, donde me paralizaba, comencé a hacer un ejercicio que, más tarde conocí, tenía el nombre de “Meta Observación”, consistía en observarme en segunda persona, como si me saliera de mi cuerpo y flotando en el espacio podía ver, en detalle, quién era, qué estaba imaginando, cómo me estaba sintiendo, cómo estaba actuando.
Al principio fui muy crítica conmigo misma, juzgaba a esa persona que observaba, es decir, me juzgaba a mí misma, sentí que empeoraba en vez de ayudarme, hasta que comencé a verme con amor y compasión, a comprender por qué pensaba, actuaba y me sentía así. A través de este filtro logré aprender mucho de mí y a trabajar conmigo.
Una de las cosas que más noté era esas películas que en mi mente comenzaba a reproducir, todas con resultados negativos, y veía los gráficos y como había planificado las entradas a mercado y la realidad era muy distinta a lo que en mi mente veía, vivía mi realidad bajo el filtro de resultados negativos, cosa que en la realidad no pasaba, no era real, comencé a investigar sobre esto y me encontré con otro concepto nuevo: “Ansiedad Anticipatoria” ¡Era eso!
Mi parálisis se debía a que, en mi mente, estaba anticipándome a todos los posibles resultados negativos y sus consecuencias y, con esta capacidad de enfoque tan grande que posee la mente, era lo único en lo que estaba enfocada, y pronto comprendí que si puedo concentrarme y enfocarme en películas negativas, también lo podría hacer en películas más cercas de la realidad.
Decidí hacer un ejercicio antes de encender las pantallas y abrir los gráficos, y era crear en mi mente una película, usando imágenes, de resultados probables, donde uno de ellos era el resultado negativo y el otro era el resultado positivo, veía la misma entrada a mercado, en mi mente, con profits y también la veía llegando al stop loss, comencé a sentir menos ansiedad y a actuar más. ¡Funcionaba!
Luego decidí cambiar la película creada por la que uso actualmente, en ella me veo gestionando mi capital y siendo una gestora del riesgo acertada, dejando de enfocarme en el resultado posible y focalizando mis imágenes en el proceso que conlleva a tener resultados acertados y favorables.
Ahora te invito a que realices estos pequeños ejercicios, serás tú contigo mismo.
Comienza primero con el ejercicio de observarte desde “afuera”, pero hazlo en los momentos críticos, puede ser unos minutos después, pero hazlo inmediatamente tomes consciencia de que estás viviendo un momento no deseado. Anota: cómo te sientes físicamente, qué imágenes o película estás reproduciendo en tu mente, qué acciones estás realizando o dejando de realizar.
Hacer este ejercicio te permitirá primero detener el episodio y ser consciente de ti mismo, también te ayudará a autoconocerte. Por favor sé amoroso y compasivo contigo mismo, y finalmente decide crear una nueva película que se acerque más a lo que deseas vivir, a cómo quieres actuar, en este proceso de imaginarte a ti en una película nueva, conscientemente creada.
Será la guía para tu mente, ya que le estás mostrando exactamente en lo que deseas que se concentre y se enfoque tu maravillosa y potente mente, para conducir su energía a que vivas esta película y, cuando tu mente lo pueda ver, tu cuerpo la seguirá.
Deseo que lo logres, así que comparto contigo estos ejercicios, seguiré escribiendo, hasta el próximo artículo.