La reunión del Banco Central Europeo (BCE) del próximo jueves marcará el comienzo del fin del programa de compra de activos. Los miembros del Consejo dicen que, si la inflación se mantiene estable, la compra de bonos se debería reducir. Creemos que los mercados están enfocados en los datos económicos puros. Sin embargo, la decisión del BCE es más práctica que fundamental, porque la flexibilización cuantitativa ha ampliado su balance a alturas desestabilizadoras.
El riesgo "político" se ha incrementado, como se destaca en el reciente caos político italiano. El BCE quiere evitar ser dueño de más de un tercio de la deuda soberana de cualquier nación, que después de años de compras está llegando peligrosamente cerca de dicho nivel. La «mutualización de la deuda» solapada en la eurozona está realmente sucediendo.
Por otra parte, el BCE quiere recuperar sus herramientas. Con un balance hinchado y tipos negativos, el banco tiene pocas opciones en materia de política monetaria en caso de que Europa reciba un duro golpe. Al igual que hizo la Reserva Federal de Estados Unidos en 2013 ahora ha llegado el turno del BCE.
Poner fin al QE no significa necesariamente que los tipos de interés sean más altas, algo que se espera que se produzca seis u ocho meses después de que el BCE haya finalizado el QE por completo. Seguimos con una postura constructiva en el EUR/USD ya que el ciclo de alza de tipos de Estados Unidos está llegando a su fin, mientras que el BCE se está acercando al inicio. Consideramos que el actual nivel de 1,1765 es una buena posición para recargar posiciones largas estratégicas.